Yo, más o menos, conocía lo que significaba eso del procedimiento de lectura única a la hora de aprobar una ley en un parlamento, pero para no meter la pata en este artículo, he recurrido, como todo hijo de vecino, al buscador Google. Este me dice que es el que “se aplica a iniciativas legislativas cuya naturaleza aconseja o cuya simplicidad permite su tramitación directa por el Pleno, sin emplear las fases de comisión y ponencia”. Bueno, pues en esto andan en las Cortes de Castilla y León, a iniciativa de los grupos parlamentarios del PP y de Vox, respecto a una modificación de la Ley de Sanidad Animal de Castilla y León. La única razón es dar cobertura legal, porque no la tenía, a un aspecto de la Orden de saneamiento ganadero, ya publicada, según el cual los ganaderos pueden contratar a veterinarios de parte para que le realicen las pruebas oficiales de saneamiento ganadero en la enfermedad de la tuberculosis bovina. Para que nos entendamos, esto es como si en vez de tener que ir con nuestro coche a la ITV, pudiéramos sustituirlo por un certificado de idoneidad que nos expidiera un ingeniero colegiado contratado por nuestra cuenta. Sin entrar en el debate de lo que esto significa, ni sus consecuencias para una provincia como la de León donde después de mucho coste y sacrificio la ganadería se encentra oficialmente libre de esa enfermedad, tengo que decir que el asunto, ni por su naturaleza ni por su simplicidad, debería de haberse cursado por el procedimiento de lectura única. Claro que, quien tenía la obligación de abrir el debate, que no es otro que el principal partido de la oposición, el PSOE, se ha visto arrastrado, contra sus propios principios e ideología, por la corriente populista de abrir la mano para que cada cual haga en su explotación lo que le venga en gana respecto a estas cuestiones sanitarias. ¿Y qué opinan los Colegios Veterinarios? Los Colegios no opinan nada, se han lavado las manos como Pilatos y que cada colegiado se gane la vida como mejor pueda. No vaya a ser que se enfaden en la Junta y….
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 24 de mayo de 2024.