Las reuniones del ministro de Agricultura, Luis Planas, con los consejeros del ramo en las distintas comunidades autónomas, y en particular las reuniones regladas de los consejos consultivos, se han convertido en un diálogo de besugos que no aportan nada a la solución de los problemas del campo. El ministro Planas utiliza la estrategia de abordar ampliamente los temas, con gran dominio de los mismos, y lo hace con un carácter de buena gente con la que es difícil reñir. El ministro se las apaña solo, por lo que la presencia de los altos cargos del departamento es únicamente para un refuerzo, si fuera necesario, y para cumplir con el protocolo. De la otra parte ya no hay un grupo de consejeros del ramo agrario de gobiernos del mismo signo político que el Ministro, como ocurrió en muchas ocasiones, sino consejeros de gobiernos de partidos de la oposición, de gobiernos bipartitos, de gobiernos independentistas, y sobre todo de gobiernos de Vox. Un ministro de Agricultura solo ante consejeros que no son sus amigos, que no son sus camaradas de partido, con los que, salvo alguna excepción, no se permitiría la más mínima confidencia. Se queja Gerardo Dueñas, desde Castilla y León, que las reuniones son cortas, que son por videoconferencia, y que las monopoliza el Ministro. Y yo añadiría que las actas las elabora también el personal de ministerio y que las redacta al dictado de los intereses de la casa. Pues bien, en este contexto, los consejeros del ramo no se esfuerzan en exponer ni en convencer, se esfuerzan en tener la mejor foto posible de la reunión para ilustrar la noticia, y que los gabinetes de prensa cuenten lo que el consejero dijo al ministro y lo que no dijo pero le habría gustado haber dicho. Cada consejero escribe su libro para quedar bien con sus parroquianos, para quedar bien con su presidente autonómico, para quedar bien con su partido, y lo de menos es si le han entendido, lo de menos es si se consigue algo o nada. Nadie llega a las reuniones con interés real de negociar, y el perjudicado es el agricultor y ganadero.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 23 de febrero de 2024