La prórroga probada por el Gobierno para mantener una buena temporada más a ciertos alimentos sin el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), o con éste más reducido de lo habitual, como medida anti crisis ante una inflación desbocada, es una buena decisión en el sentido de que contribuye a la bajada del precio y consecuencia de ello a incentivar el consumo. El propio sector agropecuario ha criticado, en esta ocasión y en las anteriores, que la medida no se haya hecho extensiva a otros sectores, como por ejemplo el cárnico, que también necesita de ciertos ajustes en los precios para que sea asequible a más carteras. Pero todo tiene sus consecuencias y en este caso también, porque parte del coste de esta medida va sobre las espaldas de los ganaderos, o si se quiere sobre los bolsillos de los ganaderos y agricultores, y me explico. Los agricultores y ganaderos que tributan en el régimen especial del IVA y en el sistema de “módulos”, siguen recibiendo la misma compensación de IVA cuando venden sus productos, pero no así los agricultores que tributan en el régimen general del IVA, que además suelen ser los que tienen las explotaciones más grandes y por ejemplo así afecta a la práctica totalidad de las explotaciones orientadas a la producción de leche. Estos agricultores y ganaderos han dejado de percibir IVA cuando venden sus productos a los almacenes de granos o a las fábricas de leche, pero nadie les ha eximido de tener que pagar el que corresponde con la compra de los insumos o medios de producción, por lo que cada trimestre le sale una respetable cantidad de IVA a su favor que la Agencia Tributaria no devuelve, en el mejor de los casos, hasta finales del primer semestre del año siguiente al del ejercicio fiscal en cuestión. En una ganadería de leche de tamaño medio, de la provincia de León, este desajuste en el IVA deja un agujero de unos veinticinco mil euros a lo largo del año, viéndose obligados a compensarlo con financiación externa que no siempre es fácil de conseguir y que además ahora cuesta mucho en intereses.
Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 29 de diciembre de 2023.