El pasado 1 de octubre comenzó el nuevo año hidrológico 2023-2024 y lo hizo en mejores circunstancias de las que en principio se preveían. Nuestros pantanos de la cuenca del Duero destinados al regadío acumulan casi una cuarta parte de su capacidad, y dado que la campaña de riego ya se cerró hace unas semanas, toda la evolución que se espera desde ahora hasta el mes de abril debe de ser favorable. En principio todo transcurre con normalidad y por lo tanto hay que pensar que lloverá y nevará lo suficiente para que alcancen un volumen de embalsado óptimo, a poder ser por encima del 90 por ciento, el que permitiría afrontar la nueva campaña de riego sin sobresaltos. La provincia de León, con unas 130.000 hectáreas de regadío, casi todas ellas de ríos regulados, basa una gran parte de su economía, agraria y no agraria, en unas cosechas que únicamente se sacan adelante si hay agua suficiente para regar los campos. La cantidad de agua que gastamos cada año depende de la climatología, es decir, de la lluvia que caiga o no en primavera y verano y del calor que tenga que soportar el campo, pero depende también del tipo de cultivo que sembremos y depende del sistema de riego que utilicemos. La climatología es impredecible, la modernización del regadío va bien pero los cambios no son abismales de un año para otro, tampoco habrá cambios radicales en los planes de siembra, y lo que sí podemos adelantar es que se sembrará más porque se está avanzando en la nueva zona regable de los Payuelos vinculada al embalse de Riaño. Groso modo, el regadío de León moviliza 400 millones de euros en valor de producción y 250 millones en insumos o aprovisionamientos, unas cifras espectaculares que, para quién sepa interpretarlas, se dará cuenta de que la apuesta y la inversión que se ha hecho en esta materia ha sido muy rentable para la sociedad leonesa. Es sin duda nuestra mejor empresa, la más estable segura y fiable, y todo a pesar de ser tan dependiente de los caprichos de la naturaleza, porque, si no llueve cuando tiene que llover, todo es una ruina.