Cada año se constata que en el campo crece el porcentaje de asalariados con respecto al de autónomos, y eso es consecuencia de que las explotaciones ganan tamaño y, a pesar de la mecanización, necesitan mano de obra a tiempo completo o en momentos puntuales. En las próximas semanas comienza la recolección de fruta en El Bierzo, y casi de seguido, comenzará la de la uva, labores poco mecanizadas para las que efectivamente se requiere contratar a personal que sirva de apoyo a la mano de obra del titular de la explotación, que por supuesto es el primero en entrar en el tajo y el último en abandonarlo. La mano de obra en el campo berciano es un problema no resuelto y que tiene mala solución, y ello debido a que no hay tanto trabajo como para que lleguen cuadrillas de fuera, debido a que hay mucho personal subsidiado que prefiere ganar cinco sin trabajar que diez trabajando, y debido a que el trabajo en el campo no es para gente floja que por desgracia ahora es la que abunda. No es una cuestión de salario, pues lo que realmente se paga a los trabajadores es superior a lo que fija el salario mínimo interprofesional y superior al propio convenio agropecuario, y se suele cobrar al contado, a veces hasta con anticipos que después no se recuperan. Por todo esto, por toda esta dificultad para encontrar mano de obra en las labores agrarias, es por lo que el agricultor profesional trata de mecanizar su explotación hasta el extremo, y lo harían en mayor medida si en la comarca las explotaciones tuvieran un mayor tamaño y se pudieran meter máquinas como las vendimiadoras. Otra cuestión es que con la subida que han experimentado los salarios en los últimos años los márgenes se acortan y a muchos productores no le salen las cuentas, y no le salen porque en El Bierzo se producen alimentos de calidad que no se pagan al productor como tales. Si en la comarca se produce menos por el minifundismo, más caro por las estructuras productivas que tenemos, y se vende barato como en las grandes zonas productoras, normal que las cuentas no salgan.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado La Nueva Crónica del viernes 4 de agosto de 2023.