No tengo ni idea, a día de hoy, si la batalla en el seno del PP por el nombramiento de diputados provinciales se decantará del lado del candidato “oficial” Raúl Valcárce, o si por el contrario quién se lleve el gato al agua será Javier Santiago Vélez. Este último ha saltado al ruedo convencido de sus apoyos, y lo ha hecho, parece que esta vez sí, utilizando la discreción, fiándose solo de los más incondicionales, sin expectación mediática, pero moviendo bien sus fichas. Tiene una ventaja, y es que, al margen del pensar de Mañueco o de los mandamases de Génova, ya es diputado indiscutible por la comarca de Sahagún, mientras que al contrincante, le van a hacer falta apoyos muy potentes para salvar las reticencias que causa su persona y ser al menos diputado. No necesita Santiago Vélez mucha carta de presentación para quienes quieren un cambio, para quienes agradecen cercanía y empatía en el desempeño de sus labores de política municipal, para quienes apuestan por la juventud, y para quienes están un tanto hartos de eso que se llama los aparatos de los partidos. Por el contrario, Raúl Valcarce necesita todos los apoyos, pero no los de convencer, que no van a convencer a casi nadie, sino apoyos de ordeno y mando, y que den resultado, que no haya cabos sueltos que se vuelvan contra quién da las órdenes. Pienso que esta batalla por el poder en la Diputación la puede ganar Javier, y pienso que sería bueno para los intereses de la provincia que la ganara, así que desde aquí me presto a insuflarle ánimo, que es lo más que puedo hacer. Ánimo para ganar la batalla de afines dentro de la elección interna del grupo de diputados del PP, ánimo para llegar a un buen acuerdo con la UPL sin tener que aceptar demasiados chantajes de las minorías que se aprovechan de su situación, y ánimo para ser bien recibido por una plantilla de Diputación que suele ver con más simpatía a esos diputados “perros viejos” que llevan toda la vida en los sillones de la casa, como es el caso de Raúl Valcarce. El apoyo de Mañueco y de Génova es cuestión de días.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 30 de junio de 2023