Hay que ser un profesional del sector de la carne de pollo para saber qué es eso del “aclarado”, un concepto que se explica muy bien en el editorial de la revista Selecciones Avícolas, en su número 686, editada por la Real Escuela de Avicultura.
El “aclarado” de los pollos
Hay que ser un profesional del sector de la carne de pollo para saber qué es eso del “aclarado”, un concepto que se explica muy bien en el editorial de la revista Selecciones Avícolas, en su número 686, editada por la Real Escuela de Avicultura. Se trata de un vaciado parcial en las naves de broilers, a media crianza, para un mercado determinado que en España se denomina “pollo tipo asador”. El debate surge porque en Reino Unido se ha prohibido esta práctica por entender que crea un estrés en la granja y se aumenta el riesgo de contaminación por Campylobacter. Si se prohíbe esta práctica y todos los animales se sacan con un peso comercial, necesariamente se reduce el número de plazas por metro de nave construida, lo que supone un menor ingreso del granjero salvo que el integrador incremente el importe con el que compensa por cada broiler. Otra opción que se apunta si en un futuro se impone esta práctica, es criar pollos sexados y retirar antes a las hembras, o destinar una de las naves a este pollo “tipo asador”. Sin duda un debate interesante que no debería de terminar, como casi siempre ocurre, con unos mayores costes o unos menores ingresos, en definitiva con menor rentabilidad, para nuestros granjeros integrados. La ganadería integrada trabaja con una gran profesionalidad, unas elevadísimas inversiones, y unos márgenes muy ajustados, hay poco margen para una mayor eficiencia, y por lo tanto pocas posibilidades de estirar más la cuerda.