El mercado de futuros de cereales de la Bolsa de Chicago, como el de la Bolsa de París, se mueve a golpe de noticias, cuando no de rumores, con subidas y bajadas propias de la especulación. Se habla de 25 millones de toneladas de grano almacenadas en los silos de los puertos ucranianos y de otros 50 millones añadidos con la previsión de la cosecha de esta campaña, un total de 75 millones de toneladas, que son poco o mucho según con qué y para qué se compare. Esa cantidad es unas diez veces la producción de todo el grano, incluido el maíz, que se va a recolectar este año en Castilla y León. No parece fácil que Rusia desbloqué los puertos ucranianos para dar salida a este grano, salvo que antes lo hayan requisado y sea su botín de guerra y lo vendan a quién esté dispuesto a comprárselo, que lo habrá. No parece probable que los mercados del cereal se estabilicen a la baja, en parte porque en todo el mundo la cosecha se ha hecho con costes muy elevados por el alza de los abonos y otros inputs. No parece que el mercado mundial fluya con normalidad cuando muchos países están prohibiendo las exportaciones para salvaguardar sus reservas, cuando los fletes se están encareciendo, y cuando Rusia tiene vetadas las exportaciones hacia los países más desarrollados del mundo. En clave interna, la cosecha de España no será buena, por lo que necesitaremos importar otro tanto de lo que vamos a producir, es decir, unos 15 millones de toneladas, con un valor de mercado que andará por los 6.000 millones de euros, lo que hará un agujero tremendo a nuestra balanza comercial agroalimentaria. Nuestros agricultores, en plena cosecha dentro de unos pocos días, se resistirán a vender lo poco o mucho que cojan a la espera de mejores precios, porque especular es legítimo y todos lo hacemos a un nivel u otro, y los intermediarios especularán también, y mientras, las fábricas de piensos y harinas se las verán y desearán para tener garantizado el suministro. Creo que no habrá desabastecimiento, habrá tensiones, y puntualmente importantes.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 10 de junio de 2022.