Los partidos políticos se afanan en tocar colectivos sociales ahora que hemos entrado en elecciones, como lo han hecho toda la vida, y como en las estructuras grandes a veces cuesta saber quién manda, o mandan demasiados, en ocasiones a la hora de organizar actos se cometen errores o simplemente se meten en la boca del lobo. Es lo que le pasó al PP el pasado lunes en un almuerzo de trabajo a las orillas del Esla con la asociación de mujeres de la organización agraria Ugal-Upa. El desembarco de cargos como Juan Carlos Suárez Quiñones o la ex ministra de agricultura Isabel García Tejerina, dio al encuentro una trascendencia que superó las expectativas de las protagonistas. Vaya por delante que creo que los partidos deben de tratar de convencer a los que no son de la casa, que los de la casa ya están convencidos, pero en el caso que nos ocupa, trataban de convencer a una organización de mujeres que pertenece a una organización agraria que tiene un pacto electoral con la UPL, partido que se presenta a las elecciones el 13 de febrero. Ni más ni menos que parecido al esperpento que sería que Suárez Quiñones se reuniera con las juventudes socialistas para pedirles el voto. Hasta aquí una versión del relato, porque la otra versión dice que la comitiva de políticos terminó el almuerzo sin saber muy bien de qué lado cojeaban –políticamente hablando, claro está-. Supongo que de ese encuentro no salió nada, salvo unas fotos para el recuerdo, y espero que pagara el menú quién invitó, como es de recibo, y que no se comportaran como chiquitos de la ESO pagando cada uno lo suyo en la barra del restaurante o haciéndose Bizum entre ellos, que es lo que se lleva entre nuestros hijos. También supongo que se intercambiaron programas electorales de UPL y del PP, y dado que estaban al lado del Canal Bajo de Payuelos, discutirían si el agua debe de ir o no para Valladolid y Palencia, algo que decidió el PSOE cuando las siglas de esas señoras de Ugal, entonces unas niñas supongo, pactaban con el partido de Zapatero y no con el de Rodríguez de Francisco.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 28 de enero de 2022