Una parte del sector agrario lleva años reclamando medidas de política agraria que favorezcan al agricultor profesional con respecto al que tiene la actividad como un complemento de rentas. Quien vive de esto cotiza a la Seguridad Social como autónomo y atiende todas sus obligaciones tributarias, quién no vive de esto, esquiva las cotizaciones sociales y en no pocas ocasiones elude el pago de impuestos. Este debate de la defensa de la agricultura profesional ha sido y es un debate estéril, pues se trata de una causa perdida dado que en España los profesionales son clara minoría y en Europa este conflicto no existe. En la última reforma de la Política Agrícola Común, cuya aplicación en España correspondió a un gobierno del PP, hubo un tímido intento de favorecer a los profesionales, pero se quedó en eso, en un intento que quizás por ser fruto de la desgana no condujo a nada. Ahora, cuando de nuevo toca aplicar la nueva reforma de la PAC en España, en lo que se ha denominado Plan Estratégico de la PAC, el ministerio que dirige Luis Planas ha presentado una propuesta que, lejos de favorecer al agricultor profesional, lo pone en clara situación de desventaja con respecto a quién tiene la agricultura como complemento de rentas o incluso como hobby. La propuesta del ministro Luis Planas, que al parecer cuenta con la simpatía de todas las comunidades autónomas a excepción de Castilla y León, favorece al no profesional al exigirle menos condiciones para ejercer la profesión, y al asignarle importes de ayuda más altos por cabeza de ganado o unidad de cultivo. Este tipo de medidas conducen a un retroceso en la senda de competitividad en la que está inmerso el campo español, pues la generación de empleo, el suministro estable a la industria agroalimentaria, la inversión en competitividad, y la producción orientada a esa exportación que tanto bien está haciendo a nuestra balanza comercial, procede de las explotaciones bien dimensionadas de los agricultores y ganaderos profesionales. Pero quién gobierna lo hace pensando en rédito electoral, y eso ya es otras cosa.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 10 de septiembre de 2021.