Cierta normativa que regula las ayudas de la PAC está propiciando una fuerte competencia por los pastos de montaña en fincas de determinado tamaño que por lo general son terrenos públicos y en no pocos casos montes de utilidad pública. El elevado número de jóvenes que se han incorporado a la ganadería extensiva en estas zonas de la montaña de León es en parte consecuencia de lo anterior, y todo ello está llevando a una demanda de tierras para pastos que supera con creces la posible oferta. El sector ganadero, llevado por una normativa perversa que regula las ayudas de la PAC, busca pastos hasta donde no los hay y está dispuesto a pagar sumas de dinero que hacen que después no salgan las cuentas. Antes las enemistades llegaban con los ganaderos asturianos a los que se culpaba de subir las subastas porque traían dinero de las pensiones de la minería, pero ahora, sin descartar esos motivos, tenemos otros más cerca de la puerta de casa, e incluso a veces el que sube los precios es el que menos recursos tiene. El sector del vacuno de carne de la montaña leonesa, al que se han incorporado la mayoría de los jóvenes agricultores en las dos últimas convocatorias, se sustenta en unas ayudas que en determinados casos son generosas, y es víctima de unos precios de la carne a la baja a la vez que afronta unos costes desmedidas por los pastos. Junto a esto, dificultades urbanísticas para construir naves y apriscos, y mayores costes por los condicionantes constructivos que se imponen en estas zonas que tienen algún tipo de protección ambiental. Los beneficiarios de esta guerra de precios son las juntas vecinales que están doblando lo recaudado y embolsándose el dinero en vez de reinvertirlo en mejorar ese patrimonio con obras como los desbroces, cerramientos, abrevaderos o accesos. La lástima es que se están promoviendo unas nuevas ganaderías sin unas sólidas bases económicas y por lo tanto muchas terminarán fracasando, porque las ayudas, si no hay algo más, si no hay un legítimo margen en las ventas, nunca son suficientes para vivir de este sector.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 16 de abril de 2021.