Los remolacheros que tienen contrato de integración con Azucarera, o lo que la empresa llama contrato de cultivo compartido, está pidiendo a la compañía que se haga cargo de los costes del agua del riego que se está dando ahora en el mes de abril para poder arrancar la raíz de la campaña 2020/2021 en determinadas fincas en la provincia de León. El retraso en la recolección hace coincidir el arranque con una sequía extrema en determinadas parcelas, lo que impide que las cosechadoras de remolacha puedan hacer su trabajo, por lo que es necesario dar un riego previo que tiene como única finalidad poder cosechar la planta. Este es un coste añadido que se suma a las pérdidas provocadas por el calor en los montones de remolacha, y que se suma a los retrasos en dejar libres las fincas para el nuevo cultivo de la campaña agrícola de 2021. La amenaza de los mayores remolacheros de no sembrar en 2021 si Azucarera no asume ese coste, está obligando a la compañía a hacer concesiones a la carta, que por lo general pasan por llegar a un acuerdo con los productores.
La utilización de semillas tratadas con fitosanitarios denominados neocotinoides limita también sobremanera las siembras en la rotación de cultivos en esta campaña 2021, pues al no poder sembrarse cultivos con inflorescencia atractiva para las abejas, a estas alturas del año agrícola, las opciones de siembra se limitan en exclusiva al cultivo del maíz.