Amenaza septiembre con arruinar a los productores de patata de nuestra provincia con precios muy por debajo de coste, que incluso llegan a alcanzar los tres céntimos por kilo. Son más que abusivos los precios que ofertan los intermediarios a nuestros agricultores que perpetúan la máxima de cuanto más produces, más te arruinas.
No es algo nuevo. Lleva años y años sucediendo. Es por todo conocido. Ahora, por cierto no sabemos qué ha pasado con la Ley de la Cadena Alimentaria que no acaba de hacer justicia con los productores -eslabón más débil de la cadena de valor-, reclamamos medidas inmediatas. A la Consejería, por ejemplo, que promocione el consumo de patata nacional, que es casi lo mismo que decir que de Castilla y León. Punto segundo. Que gestione con la distribución para que los precios se amolden a la realidad del campo. No es normal que se nos pague a tres céntimos el kilo mientras que el consumidor tiene que abonar en el supermercado entre 0,80 y 1 euro. En este caso, con un precio al consumidor mucho menor y mayor para el productor todos los eslabones de la cadena de valor podríamos tener un margen más justo.
Esta situación recurrente que ahora vive la patata también la están sufriendo otros sectores. Véase el caso del cereal. A la mala cosecha se suman los precios bajos. Con el agravante de que cuando el precio del cereal baja este descenso no se traslada al ganadero. El precio de la cebolla, por seguir con productos agrícolas, también es bajo. Y si pasamos a otros sectores, como el vacuno de leche, la situación tampoco mejora. Los ganaderos apenas cubren costes de producción en una crisis que, para los productores, parece no tener fin.
Parece necesario recordar que si un país desmantela su sector primario deja su futuro y su propio abastecimiento en manos de terceros estados, como ocurre con otros sectores como el energético. No parece una idea muy inteligente para nadie ¿verdad? Pues entonces actuemos todos en consecuencia.
*Joaquín Antonio Pino es el presidente provincial de ASAJA
