Tercer ataque de lobos en San Martín de la Vega del Alberche, en la Sierra de Gredos, en lo que llevamos de 2016. En una nueva incursión, los cánidos han matado una novilla de unos 12 meses a un ganadero que, hasta el momento, no había sufrido ninguna baja por lobadas.
Tercer ataque de lobos en San Martín de la Vega del Alberche, en la Sierra de Gredos, en lo que llevamos de 2016. En una nueva incursión, los cánidos han matado una novilla de unos 12 meses a un ganadero que, hasta el momento, no había sufrido ninguna baja por lobadas.
El ganadero encontró a la novilla muerta el pasado sábado y fue certificado el ataque de lobos por los agentes de la Junta de Castilla y León. Los cánidos dieron buena cuenta de su pieza, devorando la paletilla, cuello y parte del costillar y toda la parte posterior de la vaca.
Como viene denunciando ASAJA sin descanso, la situación de los ganaderos abulenses es insostenible. Mientras la Junta de Castilla y León se cruza de brazos y asiste impasible a los ataques, los ganaderos pierden animales y dinero, y también las ganas de continuar con una actividad que genera empleo y riqueza y asienta población en nuestro medio rural.
Ayer mismo, ASAJA pedía que se permitiera a los ganaderos participar en las batidas autorizadas por la Junta de Castilla y León para el control poblacional del lobo, con el fin de que éstas se lleven a cabo de forma eficaz e inmediata y paliar los terribles daños que causan estos animales salvajes en la cabaña ganadera.
Asimismo, desde la organización agraria se aconseja a los ganaderos que den parte de estos ataques. Y se exige a la Junta de Castilla y León que abone en tiempo y forma, y no con meses de retraso, las indemnizaciones que les corresponden a los afectados, así como que revise el Plan de Gestión del Lobo en la Comunidad, ya que no se trata de un animal en peligro de extinción al Sur del Duero. Es necesario proteger también al ganadero.