Por Joaquín Antonio Pino. Presidente de ASAJA de Ávila
En estos días estamos terminando las labores de sementera. Unos largos días de trabajo en los que el desembolso económico que hacemos en nuestras parcelas es muy importante. Tenemos que ser conscientes que, al igual que tenemos unos gastos en el pago de las rentas, el consumo de combustibles, recambios, fertilizantes, fitosanitarios o semillas, el seguro de nuestros cultivos es un gasto y una herramienta imprescindible.
Los profesionales de la agricultura y de la ganadería, los que vivimos del trabajo en el campo, bien sea mediante la explotación de ganado o bien, mediante el cultivo, debemos ser conscientes de que no podemos dejar en el aire todo nuestro trabajo a expensas de la climatología, la fauna silvestre o las cuestiones sanitarias.
La economía de nuestras familias no sólo depende de nuestro trabajo y de la profesionalidad y dedicación que ejercemos diariamente sino que tenemos un negocio al aire libre. Un negocio sin techo. Los tiempos van evolucionando, nuestras explotaciones se modernizan y el clima también está cambiando: fenómenos extremos como sequías, plagas o los pedriscos que afectaron la pasada campaña a numerosos cultivos en nuestra provincia, nos tienen que hacer reflexionar de que hoy, más que nunca, debemos asegurar nuestro presente y nuestro futuro y el de nuestras familias, buscando el seguro que mejor se adapte a nuestra explotación y a nuestras necesidades. Para ello, ASAJA cuenta con los mejores profesionales que te buscan la solución técnica y económicamente más rentable para tu explotación. No dudes y pregunta a los técnicos de tu organización cuál es el seguro que mejor se adapta a tus necesidades, para tu tranquilidad y la de los tuyos. No corras riesgos innecesarios.