La mayor profesionalización se traduce en que pese al descenso de solicitudes crezca el número tramitado desde ASAJA
ASAJA recuerda que aún las cifras de perceptores están bastante por encima de las de profesionales del sector cotizantes a la SS
La mayor profesionalización se traduce en que pese al descenso de solicitudes crezca el número tramitado desde ASAJA
Los datos oficiales apuntan que entre el año 2014 y el 2017 ha habido en Castilla y León una significativa reducción de las solicitudes únicas de ayudas de la Política Agrícola Común (PAC). En esta campaña, recién concluida, se han registrado 74.995 solicitudes, 13.606 menos que hace cuatro años, lo que significa una disminución del 15,32 por ciento. El descenso es apreciable en toda la Comunidad Autónoma, con porcentajes que oscilan entre el 11 y el 21 por ciento, según provincias. Además, hay que tener en cuenta que unas 11.008 solicitudes se acogen al régimen de “pequeños productores” (importes inferiores a 1.250 €), un grupo en el que predominan perceptores que tienen la agricultura como renta complementaria, con lo que se reduce aún más el número de titulares que son profesionales del sector. Esa profesionalización explica por qué no desciende la superficie declarada: aunque este año hay 4.532 solicitudes menos que el anterior, la superficie es la misma que en 2016, superando los 3,2 millones de hectáreas: se mantiene el mismo nivel de actividad, con mayor eficacia.
El descenso se debe principalmente a que con la PAC actual y la figura del ‘agricultor activo” se exige al solicitante como requisito cobrar al menos 300 euros, además de a motivos como los cambios de titularidad y a la progresiva concentración de las explotaciones agrarias. Para ASAJA, “es fundamental que la política agraria común concentre su apoyo en los verdaderos profesionales del sector, por justicia y también por que cada vez la financiación es más escasa, y más a partir de la salida del Reino Unido por el brexit”, señala ASAJA. Si se cruzan los datos del número de expedientes tramitados en los que se cobra pago básico y pago verde –61.977–, excluyendo por lo tanto a los pequeños productores, con los cotizantes a la Seguridad Social como agricultores –41.000–, se comprueba que el 66,3% de los solicitantes son agricultores a tiempo completo, y que el resto, el 33,6%, tienen la agricultura y la ganadería como un complemento de rentas. Dos de cada tres perceptores de ayudas de Castilla y León son profesionales, un porcentaje en todo caso superior al del conjunto de España.
Sin embargo, aunque el número global de PAC presentadas en Castilla y León ha descendido, ha aumentado el número de expedientes presentados desde ASAJA, sumando cerca de 12.000 en la Comunidad Autónoma, lo que confirma su liderazgo como organización, y a gran distancia del resto, en tramitación de PAC. En el mismo periodo 2014-2017 que no ha dejado de bajar el número de solicitantes PAC, ha seguido creciendo los agricultores y ganaderos que han confiado a ASAJA la tramitación de su ayuda, siendo hoy un 11 por ciento más que hace cuatro años. Esta tendencia pone de manifiesto la progresiva profesionalización del sector, que conlleva que las entidades financieras pierdan solicitantes a favor de los técnicos especializados de las organizaciones profesionales agrarias.
Fin del plazo de solicitudes PAC
Como bien saben los agricultores, la campaña PAC no termina el día que acaba el plazo, en este caso el pasado 15 de mayo. Esta segunda quincena de mayo los equipos técnicos de las organizaciones agrarias siguen trabajando, puesto que hay que filtrar duplicidades y corregir los cambios de cultivos, que serán abundantes en una campaña tan difícil como la actual. Además, todavía está abierto en mayo el plazo para efectuar cesiones de derechos. El objetivo de ASAJA es concluir todo “en tiempo y forma, para que la administración cumpla con su compromiso de que el anticipo de la PAC llegue lo antes posible, tal como necesitan los agricultores y ganaderos”.