ASAJA pide a la Consejería que se preocupe más por pagar las líneas confinanciadas que por “vender la burra” con las ayudas que llegan de Bruselas
Hoy aparece publicada en el Boletín Oficial de Castilla y León la convocatoria de pagos directos a la agricultura y ganadería para el año 2013, que en teoría pueden tramitarse desde el pasado 1 de febrero pero que en la práctica la inmensa mayoría de los profesionales tramitarán en los meses de marzo y abril, cuando estén más definidos los cultivos y parcelas en las que sembrarán, y también cuando se facilite a las organizaciones toda la información y las herramientas informáticas necesarias para ofrecer este servicio óptimamente.
Esta nueva convocatoria de la PAC será de nuevo ampliamente divulgada por la Administración, “pero la Junta debería preocuparse más por pagar las numerosas ayudas que tiene pendientes con los agricultores, puesto que no ha abonado ni un euro de los programas de desarrollo rural de 2012 y todavía está sin liquidarse parte de los de 2011”, denuncia ASAJA. De esos programas dependen las ayudas agroambientales y las dirigidas a zonas de montaña y desfavorecidas, entre otras.
ASAJA califica de “argucias para salir en los medios de comunicación” que la Consejería venda una y otra vez que se han pagado ayudas al sector –primero el anticipo, luego la línea al vacuno de carne, la de vacas nodrizas…– cuando en todo momento se está hablando de las mismas ayudas, las de la PAC, las que llegan directamente de fondos comunitarios. Pero mientras, siguen sin fecha de pago las ayudas cofinanciadas por la Junta de Castilla y León y por el Ministerio de Agricultura, que son las únicas que de verdad financian aquí. “Al final, la opinión pública puede pensarse que el campo no para de recibir dinero, cuando en realidad es todo lo contrario”, apunta la OPA.
Por último, ASAJA pide a la Consejería de Agricultura que se emplee a fondo en lograr que la Junta salde sus deudas con los agricultores y ganaderos y no tanto en “vender la burra” con la cantidad de ayudas que da al sector, “porque una vez más lo que importan son los hechos, no las palabras”.