La organización profesional agraria entrega al ministro de Agricultura un documento con las reivindicaciones de los ganaderos de la provincia
El presidente de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ávila, Joaquín Antonio Pino, junto a un nutrido grupo de ganaderos de la zona, entregaron hoy en Navadijos al ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, un documento consensuado durante la campaña electoral con los ganaderos de toda la provincia con las reivindicaciones del sector para solucionar los graves perjuicios que la fauna salvaje está causando a las ganaderías de extensivo y para modificar las políticas de saneamiento ganadero.
Precisamente la milenaria práctica de la trashumancia es una de las principales damnificadas por las enfermedades transmitidas por corzos o jabalíes, dado que ante un caso de brucelosis o tuberculosis la normativa establece que la ganadería al completo sea inmovilizada, por lo que no se le permite trashumar. Un grave perjuicio para los ganaderos teniendo en cuenta que en Ávila los pastos en invierno en zonas de alta montaña son prácticamente inexistentes, y el traslado del ganado a Extremadura es la única manera económicamente viable –y en ocasiones también materialmente por la falta de infraestructuras adecuadas para albergar las reses- de mantener el ganado.
ASAJA continúa así cumpliendo con el compromiso adquirido con los ganaderos de la provincia para poner fin a los problemas de saneamiento ganadero –sobre todo en zonas de alta montaña y periféricas- que está suponiendo el cierre de muchas explotaciones.
ASAJA ya exigió a la Junta de Castilla y León y al Ministerio de Agricultura la modificación de los programas de saneamiento ganadero, en zonas de montaña en las que la fauna salvaje está haciendo verdaderos estragos, y ahora urge al ministro a solucionar esta problemática.
Entre las medidas planteadas figuran el establecimiento de programas “a la carta” en zonas específicas de la Comunidad para ganaderías de extensivo, la necesidad de erradicar enfermedades salvajes y el control de las especies que son las transmisoras de enfermedades para la cabaña ganadera.
ASAJA defiende a ultranza a los ganaderos, como merece un sector que ve cómo tras la pérdida de animales las ayudas son insuficientes porque se establecen conforme a baremos pero sin tener en cuenta el lucro cesante.