ASAJA considera necesaria y muy positiva la nueva regulación que sobre los contratos entre ganaderos e industriales recoge el Real Decreto del nuevo “paquete lácteo” aprobado ayer. En nuestra opinión, la nueva legislación conlleva importantes cambios en materia de relaciones contractuales y el éxito de su aplicación dependerá de la actitud que mantenga la industria y del celo de las diferentes administraciones en garantizar su cumplimiento.
Con carácter general, el nuevo contrato aportará estabilidad al sector y, de forma particular, seguridad para los ganaderos. La durabilidad mínima de un año es un elemento fundamental en este sentido, al igual que el hecho de que los contratos se cierren a precios fijos o referenciados a una fuente pública. Otros elementos de seguridad para los productores son la prohibición de realizar bonificaciones o depreciaciones que no figuren en el contrato; la incorporación de adendas, siempre y cuando se realicen de mutuo acuerdo; la incorporación de la figura del mediador, o la inclusión del 10% de tolerancia en el volumen de leche.
En cualquier caso, el ganadero tiene la última palabra para aceptar o rechazar el contrato propuesto por la industria y ocurra lo que ocurra se debe comunicar a la administración responsable.
En suma, y recogiendo las palabras del presidente de la sectorial de leche de ASAJA y presidente de la Interprofesional láctea, Ramón Artime, “este nuevo paquete lácteo supone un cambio de cultura y de método de trabajo sobre lo que hasta ahora eran las relaciones entre el ganadero y la industria láctea”. Coincidiendo con la desaparición del sistema de cuotas y el acceso al mercado libre, las relaciones contractuales inician una nueva etapa en la que, en opinión de ASAJA, debe haber también una mayor vertebración y organización del sector y entre todos debemos tratar de incorporar un mayor valor añadido a la producción láctea.
No obstante, desde ASAJA observamos con cautela y cierto recelo el comportamiento de algunas industrias que incluso, en estos momentos, están presentando a los ganaderos contratos con dos precios, uno referido a la leche líquida y otro para la leche en polvo. “Con estas actitudes de algunas industrias, los ganaderos no podemos, por menos, que recelar. El paquete lácteo es necesario y va en la buena dirección pero tenemos serias dudas sobre el resultado de su aplicación”. Por este motivo, ASAJA reclama a la Administración, tanto central como autonómica, la máxima diligencia a la hora de hacer cumplir tanto los nuevos contratos como el resto de medidas incluidas en el paquete lácteo.