La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ávila denuncia los considerables destrozos que está ocasionando un grupo de cazadores furtivos que practican, fuera de temporada y con perros posiblemente robados, la caza con galgo en parcelas agrícolas de una decena de municipios de La Moraña. Estos desaprensivos utilizan para probar los galgos varios vehículos todoterreno de gran cilindrada con los que atraviesan los terrenos ya arados, muchos de ellos sembrados e incluso en plena nascencia, y están arrasando las estructuras de riego en las parcelas de regadío.
La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ávila denuncia los considerables destrozos que está ocasionando un grupo de cazadores furtivos que practican, fuera de temporada y con perros posiblemente robados, la caza con galgo en parcelas agrícolas de una decena de municipios de La Moraña. Estos desaprensivos utilizan para probar los galgos varios vehículos todoterreno de gran cilindrada con los que atraviesan los terrenos ya arados, muchos de ellos sembrados e incluso en plena nascencia, y están arrasando las estructuras de riego en las parcelas de regadío.
ASAJA tiene constancia de que se trata de un grupo de cazadores procedentes de la Comunidad de Madrid, que se desplazan hasta La Moraña en ocho vehículos de alta gama y gran cilindrada. Con estos coches, conducen por los caminos y se introducen en las parcelas sin ningún tipo de miramiento, pasando por encima de los tubos de riego y dejándolos inservibles. Además, las rodadas que dejan en el terreno dañan las tareas de arado y afectan a la siembra y la nascencia de cultivos como la colza.
Los agricultores han manifestado su miedo ante esta situación, su malestar por los destrozos y se han quejado de la indefensión en la que se encuentran. La organización agraria lamenta la permisividad de la Guardia Civil ante esta situación, teniendo en cuenta que tienen conocimiento de estos hechos, puesto que han sido denunciados, y que los furtivos ya han sido identificados y siguen campando a sus anchas por las parcelas de La Moraña, levantando la caza, matando animales de forma ilegal y fuera de veda, y con galgos de dudosa procedencia.
Los furtivos, una vez en la parcela, sitúan dos coches en paralelo separados a una distancia de unos 20 metros. Los dos coches están conectados por una cuerda o cadena que dejan a ras de suelo, y avanzan a gran velocidad con ella extendida para levantar la caza. Entonces, aprovechan para soltar los galgos.
Los daños se han registrado en los municipios de Sinlabajos, Aldeaseca, Villanueva del Aceral, Barromán, Castellanos de Zapardiel, San Esteban de Zapardiel, Palacios de Goda, Donvidas, y en algunos términos municipales de Valladolid limítrofes con nuestra provincia, como Salvador de Zapardiel y Muriel de Zapardiel.
Al parecer, se trata de una auténtica mafia, que utiliza en estas prácticas galgos robados y que se desplazan desde la Comunidad de Madrid hasta La Moraña para probar los perros o enseñárselos a posibles compradores, mientras campan a sus anchas destrozando las tierras de cultivo y las estructuras que se encuentran en ellas.
La semana pasada, varios agricultores avistaron en sus tierras dos vehículos, un Jeep Grand Cherokee V8 de color rojo, con matrícula de Oviedo, y un BMW 530 de color gris oscuro. Se han identificado otros diez coches que participan en esta caza ilegal, como dos Mercedes ML, un Land Rover Ranger con matrícula de Badajoz, un Land Rover Ranger Rover con matrícula de Madrid. A ellos se suman un Opel Vectra 2000, con matrícula de Madrid; un Ford Mondeo 1800 diésel con matrícula de Murcia; un Opel Kadett 1600, un Renault 19 Chamade y un Peugeot Boxer 320-M, todos ellos matriculados en Madrid, así como un Renault 12, con matrícula de Albacete.
Ante esta situación, ASAJA demanda a la Guardia Civil que actúe contra estos desaprensivos que no solo están destrozando el trabajo de los agricultores, si no que además están practicando la caza de forma ilegal.