A un ganadero de San Martín de la Vega del Alberche los lobos le matan un becerro de tres meses y siete días. Cuando a punto está de acabar el año ha sufrido 8 ataques. Asaja continúa reclamando controles poblaciones reales y la dotación de seguridad jurídica a la Administración Regional
Javier González lleva nueve años dedicado al sector. Tiene a su ganado en San Martín de la Vega del Alberche. Ayer, 28 de diciembre cuando fue a hacer su trabajo diario se encontró con el ganado nervioso. Se percató en ese momento de que pasaba algo, y tal es así, que en breve recorrido, a tan solo 500 metros del resto de los animales, se percató de la existencia de un cadáver. Era uno de sus becerros muerto. Los lobos habían dejado su huella de nuevo en su explotación. En lo que lleva de año lleva sufridos ocho ataques, , tres becerros de menos de tres meses, otros tres de cinco meses y otro de diez.
Pero no solo el 2017 ha sido un año nefasto para Javier, el año 2016 llegó a contabilizar 16 ataques a su ganado. Y en el 2015 otra novilla de tres años. Es de ese animal, precisamente, del que no ha recibido aún ayuda por parte de la Administración Regional.
Apostilla Javier González, que por el becerro de tres meses y siete días que han matado los cánidos ayer, le pagarán 650 euros, por no superar la barrera de los tres meses. Pero él podría obtener 750 por dicho animal. Por consiguiente, y para despedir el año tendrá un nuevo pellizco a su inexistente nómina.Pérdidas que se cuantifican hasta en el doble, si el becerro es de menos de tres meses.
En palabras del socio de Asaja, las técnicas de manejo que reclaman desde Organizaciones Ecologistas, como el cierre del ganado o la existencia de mastines en las explotaciones, no es lo adecuado para el ganado extensivo.
Entre lamentos esgrime que «más vale que la Administración Regional no pensara en otorgar subvenciones a los ganaderos para cercar al ganado, sino en controlar a una especie cinegética que está haciendo mucho daño al sector. El caso de Javier González se suma al de muchos ganaderos de la zona. Recuerdan que se encuentran en línea recta a 12 kilómetros del Parque Regional de Gredos. Lugar donde aseveran no llega el lobo, porque no les interesa a los políticos.
Desde Asaja Ávila tienen claro que la Junta de Castilla y León sigue sin atajar el problema del lobo siendo nuestro territorio uno de los más afectados por los ataques de los cánidos.
La solución para este 2018 continúa siendo la reivindicación que se arrastra desde hace años: efectuar nuevos controles poblacionales en la provincia, ante el incremento de ataques. El presidente de Asaja Ávila, Joaquín Antonio Pino no ceja en su empeño de demandar una actualización de los baremos de las indemnizaciones por los daños ocasionados por los lobos.
Desde la organización agraria tienen claro que las instituciones europeas tienen que dar las herramientas jurídicas necesarias a la Consejería de Medio Ambiente para que la palabra Norte, o Sur del Duero, no sea un quebradero de cabeza.