La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ávila demanda de nuevo a la Administración que ponga fin a los problemas con los que se están encontrando los regantes de sondeos y acabe con la injusta y abusiva campaña de multas por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) a los agricultores, sobre los que se cierne la espada de Damocles de verse penalizados por el organismo de cuenca al efectuar riegos en tierras de secano cumpliendo con la obligación de la rotación de cultivos que conllevan la PAC y las ayudas del Plan de Desarrollo Rural (PDR) o ser sancionados por la Junta de Castilla y León en caso de que incumplan lo anterior.
La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ávila demanda de nuevo a la Administración que ponga fin a los problemas con los que se están encontrando los regantes de sondeos y acabe con la injusta y abusiva campaña de multas por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) a los agricultores, sobre los que se cierne la espada de Damocles de verse penalizados por el organismo de cuenca al efectuar riegos en tierras de secano cumpliendo con la obligación de la rotación de cultivos que conllevan la PAC y las ayudas del Plan de Desarrollo Rural (PDR) o ser sancionados por la Junta de Castilla y León en caso de que incumplan lo anterior.
ASAJA recuerda que mañana se cumple un mes desde que una delegación de esta OPA, encabezada por su presidente regional, Donaciano Dujo, y con la participación del presidente de ASAJA de Ávila, Joaquín Antonio Pino, se reuniera con el presidente de la CHD en Valladolid sin que este organismo ni el Ministerio de Agricultura hayan dado soluciones al problema de los regantes, que están a las puertas de la campaña de riego en las provincias de Ávila, Palencia, Segovia, Valladolid y Zamora.
Los agricultores que tienen concesiones de aguas subterráneas a través de captaciones privadas para el riego en tierras de secano están atemorizados por las fuertes multas que está imponiendo la CHD, de más de 1.000 euros por hectárea, lo que hace inviable económicamente cultivar las tierras, ha señalado Joaquín Antonio Pino, quien pide “sentido común” para dar solución a un conflicto meramente burocrático, con un arreglo sencillo.
La solución propuesta por ASAJA es que se habilite un canal que permita al agricultor presentar una comunicación ante el organismo de cuenca para que se autorice el riego por sondeo de las parcelas en las que tenga en ese momento los cultivos en rotación, lo que en ningún caso conlleva ni sacar más litros de agua ni aumentar el número de hectáreas, si no simplemente cumplir con los dictámenes de la PAC o las ayudas agroambientales, por ejemplo, a la remolacha, que obligan a rotar cultivos.
ASAJA recuerda que la rotación de cultivos es una práctica agrícola beneficiosa para el medio ambiente, que impide el agotamiento de recursos del suelo y otros problemas derivados como la contaminación por nitratos. Esto implica incluir en la explotación temporalmente, durante uno o dos años, una finca de secano próxima a la de regadío. En esa finca arrendada o cedida, se usan los caudales de agua autorizados en la de regadío, que ese año se cultivará en secano por lo que no se utilizará el agua de la captación para su riego.
Por ejemplo, para cultivar remolacha, se requiere una rotación mínima de cuatro años. Así, para sembrar 10 hectáreas de remolacha, se necesita disponer de 40. No todos los agricultores tienen la superficie suficiente por lo que suelen recurrir al arriendo de las parcelas vecinas, que siembran con remolacha y riegan con su sondeo, pero manteniendo la cantidad de agua concedida y sin superar las hectáreas autorizadas.