El lobo también mata en periodo de crisis sanitaria, en esta ocasión, los ataques se han producido en San Martín de la Vega del Alberche donde ha dado muerte a un becerro y a un poni
La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ávila denuncia los nuevos ataques de lobo acaecidos en la localidad de San Martin de la Vega del Alberche donde los ganaderos se sienten desprotegidos y cansados de alimentarlo, cuestión que no para ni durante la crisis sanitaria del COVID-19.
En la mañana del 29 de marzo, el ganadero, Javier González González acudió a alimentar a sus animales como cada día. En el camino se encontró con un poni devorado por los lobos, lo que le puso en alerta ya que los ataques de estos animales se están convirtiendo en un habitual en la localidad de San Martín de la Vega del Alberche, en pleno corazón de Gredos.
Al llegar a su explotación se encontró con una nueva víctima, ya que los lobos habían saciado su hambre con otro de sus becerros. No es la primera vez que ocurre esto ya que a primeros de mes se encontró con una situación similar al encontrar muerto a un ternero de tan solo cuatro días.
Con este ataque, Javier González González suma una veintena de asaltos en los últimos años. Para César Hernández, propietario del poni, no es tampoco su primer siniestro.
Los ganaderos se sienten abandonados por las administraciones, y más en esta situación de desconcierto que están viviendo ya que durante la crisis sanitaria no se van a realizar controles poblacionales del lobo, lo que les permite seguir creciendo hasta echar a los ganaderos de zonas donde tradicionalmente había un aprovechamiento de los pastos.
Javier González González es uno de los ganaderos que, asesorado por los servicios técnicos y jurídicos de ASAJA-Ávila, ha decidido recurrir a la vía judicial para reclamar a la Administración los daños reales que les provoca el lobo ya que los baremos actuales de la Junta no tienen en cuenta el valor real a precio de mercado de los terneros, los becerros no nacidos debido a los ataques, ni los gastos que conlleva gestionar un siniestro de estas características y el resto de daños colaterales como las bajadas de fertilidad y fecundidad del rebaño.
En 2019 el número de animales muertos por ataques de lobo alcanzó cerca de los 2.000 tan solo en la provincia de Ávila, lo que supone más del 50% de todos los daños que produce el lobo en Castilla y León. No se puede consentir que en 2020 se alcancen las mismas cifras y, ni mucho menos, que los ganaderos no se sientan protegidos por las administraciones.