La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ávila viene reiterando a la administración regional la imperiosa necesidad de que se tomen medidas extraordinarias ante la situación extraordinaria que viven los agricultores de ciertas comarcas de la región, especialmente castigadas por la sequía.
En determinadas comarcas agrarias como la de Arévalo-Madrigal y zonas colindantes de las provincias limítrofes la cosecha ha sido catastrófica, cuestión que se une a la nula cosecha de 2017 y a las adversidades climáticas en forma de pedrisco acaecidas en 2018 que devastaron muchos términos municipales. Son dos años de tres desastrosos en las últimas campañas, una situación que no hay negocio que la aguante.
ASAJA de Ávila ha solicitado medidas excepcionales para los agricultores y ganaderos de estas comarcas agrarias, pero lamentablemente la información que maneja la organización agraria hace prever que se esté haciendo oídos sordos con este asunto por parte de los responsables de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.
Así, el borrador de la orden para la concesión de préstamos preferenciales bonificados formalizados por titulares de explotaciones agrarias de Castilla y León afectados por la sequía en la campaña agrícola 2018-2019, que maneja este departamento no refleja la principal necesidad y demanda de estas zonas: el auxilio y establecimiento de ayudas del 25% de la amortización del principal, de forma similar a como se hizo y se afrontó la sequía de 2005.
ASAJA de Ávila valora positivamente la disposición de facilitar liquidez al sector agrario, pero en ningún caso puede compartir que se nieguen ayudas a los agricultores más castigados por la sequía de esta región, más cuando no se atienden las justas demandas del sector de disponer un seguro con rendimientos y coberturas adecuadas que al menos cubran los costes de producción en estas comarcas.