El tiempo pasa y los ganaderos ven que el problema se incrementa y expande por la provincia sin que se los facilite ninguna solución
Los lobos han vuelto a atacar varias explotaciones ganaderas de la provincia de Ávila. En este caso, las lobadas se han producido en tres explotaciones de ganado vacuno en extensivo, pertenecientes a ganaderos de los municipios de Serranillos, Hoyocasero y Garganta del Villar, donde los cánidos han matado dos terneros (uno de apenas unos días de vida), el otro de más de dos meses y una novilla que fue mordida en el ataque muriendo dos días después.
Los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León han certificado que se trata de ataques de lobo en dos de los casos, en otro de ellos, al tratarse de un animal joven, los restos no les han permitido a los técnicos determinarlo, a sabiendas de que se trata de un ataque de lobo, por lo que ASAJA solicita que se tenga en cuenta y se abone el daño como causado por el lobo.
La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ávila reitera a la Junta de Castilla y León la necesidad de efectuar nuevos controles poblacionales en la provincia abulense ante el incremento de ataques al ganado por parte de los lobos, además de demandar nuevamente la actualización de los baremos de las indemnizaciones por los daños ocasionados por lobos en tanto en cuanto se busca una solución definitiva de la mano de las autoridades europeas para lograr disminuir la población gracias al uso del control poblacional como herramienta preventiva y de dotar de la necesaria seguridad jurídica a la Administración regional para poder llevarlos a cabo.
ASAJA recomienda a los ganaderos que deben dar parte de estos ataques a los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León de forma inmediata, antes de que transcurran 48 horas, incluyendo fines de semana y festivos. La Junta de Castilla y León aconseja que los animales no se trasladen del lugar donde fueron encontrados y que se tapen con plásticos para evitar la acción de otros depredadores o carroñeros, a la espera de la llegada de los agentes que puedan certificar el ataque de lobo.