Pedimos una acción decidida, como en León, para hacer viable la Cámara
Sobrepasamos el ecuador del 2014 con menos luces que sombras. A la catastrófica cosecha y los bajos precios, unido a la falta de ayudas económicas, se suma la dramática situación de la Cámara Agraria Provincial, abandonada a su suerte por la Junta de Castilla y León y la pasividad de la presidencia de este organismo, que ostenta la Unión de Campesinos-UCCL.
Medio año en el que hemos podido comprobar la apuesta de los jóvenes por el sector, que sigue resultando atractivo a pesar de los retrasos en el pago de las ayudas comprometidas -por fin en el mes de septiembre se abonarán algunas de las ayudas pendientes hace años- o la falta de liquidez para hacer frente a las inversiones en el día a día de cualquier explotación que acaba de echar a andar. Por no hablar de los lobos. Esa especie que continúa amenazando la viabilidad de nuestras explotaciones. Un alivio supone que la Junta comience por fin a abonar las reclamaciones por daño patrimonial a los ganaderos con reses muertas como consecuencia de los ataques de estos animales. Todos sabemos que las indemnizaciones son imprescindibles pero no suficientes, y que o ponemos en marcha más medidas de protección y cumplimiento de los cupos establecidos por la propia Administración o el futuro continuará siendo negro.
Capítulo aparte merecen las medidas aprobadas para paliar la difícil situación provocada por la escasez de precipitaciones. En nuestra provincia, únicamente los ganaderos de extensivo y apicultores podrán acceder a la bonificación de los costes de los avales de nuevos préstamos. El resto se queda fuera de unas medidas por otra parte carentes de verdadera eficacia.
Y qué puedo contar de la difícil situación de la Cámara Agraria Provincial. Se ha ido desangrando lentamente ante la despreocupada mirada de unos y otros. Las Juntas Agropecuarias Locales no merecen quedarse poco menos que desamparadas. Por eso hemos planteado medidas para, a semejanza de lo que está ocurriendo en otras provincias donde ASAJA gobierna la Cámara Agraria, encontrar soluciones que ofrezcan un futuro a este organismo.
* Joaquín Antonio Pino es presidente de ASAJA de Ávila