La Administración regional destina cero euros a la formación de los profesionales del campo frente a los casi 4 millones destinados a CECALE, CCOO y UGT

Esta mañana se reúnen en Valladolid los responsables de formación de ASAJA en las diferentes provincias de Castilla y León, en un momento especialmente complicado para que las organizaciones agrarias mantengan este servicio imprescindible para sus asociados.
 
Tal como denuncia ASAJA, por segundo año consecutivo la Junta de Castilla y León ha relegado a la “segunda división” la formación de los profesionales de la agricultura y la ganadería, destinando cero euros a la financiación de estos cursos, punto que contrasta con la partida, conocida hace pocos días, de casi cuatro millones de euros que la Consejería de Economía concederá para este capítulo a los firmantes del conocido como “Diálogo Social” –Cecale, CC OO y UGT–.
 
ASAJA subraya la importancia de la formación para los profesionales del campo, especialmente cuando estamos hablando de una formación que exige la propia normativa europea o que está ligada a la recepción de las ayudas de la PAC, como son los cursos sobre bienestar animal o manipulación de fitosanitarios y zoosanitarios, y muy particularmente la formación para jóvenes que se incorporan al sector, que necesariamente tienen que cursar para acceder a la ayuda correspondiente.
 
Estos son solo parte de los cursos que se han desarrollado y desarrollan, pese a las dificultades, en ASAJA, siempre vinculados a lograr una formación que permita a los profesionales del campo estar al día y dirigir sus explotaciones de la forma más competitiva, sostenible y eficaz posible. Por ello siempre se ha prestado especial atención las nuevas tecnologías de maquinaria, sistemas de producción y también de comunicación: de hecho, la inmensa mayoría de las generaciones más jóvenes del campo han dado sus primeros pasos como usuarios de la informática e Internet en cursos impartidos por las organizaciones agrarias.
 
Hasta el año 2011, con el apoyo recibido a través de la Consejería de Agricultura y Ganadería y de los fondos europeos, las organizaciones agrarias podían, ajustando el presupuesto, ofrecer formación gratuita a sus socios. “Desde el año 2012 esto es imposible, y a ASAJA, como el resto de OPAS, no le ha quedado más alternativa que tirar de fondos propios y derivar una pequeña matrícula a los agricultores y ganaderos que asisten a los cursos, con el objeto de sufragarlos”, indica la organización, que añade que “ASAJA no puede dejar de atender a ningún agricultor que demande formación, porque forma parte de nuestros compromisos con los socios”.