ASAJA de Castilla y León manifiesta su más absoluto rechazo a la decisión de la consejería de Agricultura de suprimir la ayuda a los agricultores con explotaciones en zonas desfavorecidas, una línea de apoyo contemplada en los programas de desarrollo rural de prácticamente todos los países de la Unión Europea y que ha estado en vigor en nuestro país desde la incorporación a la entonces Comunidad Económica Europea en 1986. Esta intención de la consejería de Agricultura se ha conocido oficialmente hoy cuando la administración autonómica ha presentado el proyecto de orden por la que se convocan para 2015 los pagos directos a la agricultura y la ganadería, ayudas agroambientales, y ayudas a zonas con limitaciones naturales en zonas de montaña.
El borrador de la orden que prepara Agricultura especifica que para cobrar esta ayuda hay que tener la explotación en zonas de montaña y residir en un municipio de la comarca que sea también zona de montaña, por lo que queda excluido el resto del territorio de Castilla y León que hasta ahora recibía las ayudas por ser zonas desfavorecidas por despoblamiento. Además, ASAJA critica que estas ayudas a zonas de montaña se den ahora a todos los solicitantes de ayudas de la PAC, cuando siempre han estado vinculadas a la condición de ser agricultor a título principal. Esta decisión unilateral de la consejería de Agricultura ahonda en la desprofesionalización del sector y acentúa la ventaja competitiva de quien ejerce la actividad a tiempo parcial con respecto a quien es un profesional. Es más, no se establece limitación por edad, por lo que podrán acceder a ellas incluso agricultores jubilados que soliciten pagos directos de la PAC. La ayuda, según las circunstancias, sobre todo vinculado al tamaño de la explotación, oscilará entre un mínimo de 300 euros y un máximo de 2.500 euros.
ASAJA ha venido denunciando en los últimos meses que tanto el ministerio de Agricultura como la consejería de Agricultura están empeorando los apoyos y políticas dirigidas a los profesionales que estaban en vigor hasta ahora. Esto ha sucedido con las ayudas a la incorporación de jóvenes al campo y los planes de mejora de las explotaciones, con las ayudas agroambientales, con la definición de agricultor activo, y ahora con las ayudas a zonas de montaña y desfavorecidas.