Los lobos han atacado de nuevo en la Sierra de Gredos, concretamente en los municipios de Hoyos del Collado y Hoyocasero, donde han matado dos terneros y una vaca. La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ávila denuncia el insostenible aumento del número de ataques de cánidos al ganado y la extensión de su territorio de caza.

Los lobos han atacado de nuevo en la Sierra de Gredos, concretamente en los municipios de Hoyos del Collado y Hoyocasero, donde han matado dos terneros y una vaca. La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ávila denuncia el insostenible aumento del número de ataques de cánidos al ganado y la extensión de su territorio de caza.
En Hoyos del Collado, los lobos atacaron hace unos días a una novilla de 9 meses que fue rematada por los buitres, según han certificado los agentes de la Junta de Castilla y León.
Esta semana, en Hoyocasero, se han registrado dos ataques en dos explotaciones ganaderas distintas. En una de las fincas los lobos han matado a un ternero de pocos días, y en la otra explotación han atacado a una vaca.
Estos nuevos ataques a explotaciones ganaderas de nuestra provincia se suman a las decenas que se están registrando en los últimos meses. ASAJA insiste, una vez más, en que la Junta de Castilla y León debe adoptar medidas inmediatas para evitar esta situación, que deja a los ganaderos totalmente indefensos ante el avance del lobo, que aumenta su población e incrementa su territorio de caza sin que se proteja la actividad ganadera, que sustenta la economía y mantiene la población en muchos municipios de la provincia de Ávila.
La Administración regional debe asumir su responsabilidad sobre la fauna silvestre y controlar la población de lobos, que es indudable que ha crecido, al igual que el número de ataques y de reses muertas, antes de que la especie en extinción que tenga que proteger sea el ganadero.
Por último, ASAJA reitera que la Junta debe adoptar medidas de protección para la ganadería y para el ganadero, y debe ser rápida y diligente a la hora de tramitar y pagar las indemnizaciones por los daños que ocasiona el lobo. Estos pagos deberían incluir también el lucro cesante.