ASAJA ha demandado a la Junta de Castilla y León que simplifique el proceso para facilitar al máximo que el ganadero participe en el programa de alimentación de especies necrófagas con cadáveres de ganado, una práctica muy beneficiosa para el equilibrio medioambiental y que también aporta ventajas para los ganaderos.
ASAJA ha demandado a la Junta de Castilla y León que simplifique el proceso para facilitar al máximo que el ganadero participe en el programa de alimentación de especies necrófagas con cadáveres de ganado, una práctica muy beneficiosa para el equilibrio medioambiental y que también aporta ventajas para los ganaderos.
La organización agraria solicita también a la Administración regional que anime a la propia guardería forestal “a ser más proactiva en este tema, promoviendo y facilitando las cosas para que el ganadero opte por esta práctica y no necesite ya recurrir a empresas de recogida”.
Para ASAJA, la Junta debe profundizar en los verdaderos motivos de que el programa no avance, que no es el plazo, sino las excesivas complicaciones burocráticas con las que el ganadero se topa. Son tantos los controles, documentos y autorizaciones, que muchas veces el ganadero prefiere pagar y que siga ocupándose del tema el camión de la empresa de recogida”.
Esta demanda se produce cuando se inicia la tercera campaña desde la aprobación del decreto que permite el uso de cadáveres animales de explotaciones ganaderas para la alimentación de especies necrófagas de interés comunitario en Castilla y León, que se prolonga hasta el 31 de diciembre.
Los resultados del programa han quedado muy por debajo de las expectativas, tanto de la administración como del sector ganadero, “un bajo interés que es negativo tanto para el ganadero, puesto que contratar una empresa de recogida le implica más costes, como para el medio ambiente, puesto que no se cubren las necesidades de disponibilidad de comida de las aves necrófagas, lo que puede generar ataques indeseados sobre el ganado”.