Transcurrido el tiempo de las elecciones, la investidura del Gobierno y los nombramientos de los ministros, secretarios generales y altos cargos, es hora de recordar al PSOE, ganador de las elecciones generales del 14-M, los compromisos adquiridos con el campo español y de Castilla y León.
Queridos agricultores de Castilla y León:
Como recordaréis, en la última carta de Campo Regional hacía referencia a la campaña política. También daba cuenta en ella de las distintas reuniones que mantuvo ASAJA con los diferentes partidos para manifestarles las inquietudes y problemas que los hombres del campo tenemos en estos momentos.
Transcurrido el tiempo de las elecciones, la investidura del Gobierno y los nombramientos de los ministros, secretarios generales y altos cargos, es hora de recordar al PSOE, ganador de las elecciones generales del 14-M, los compromisos adquiridos con el campo español y de Castilla y León.
Nuestro ministerio ha sido de los últimos en desvelar con quién iba a contar como titular. Han corrido rumores de que si Elena Espinosa, ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación ha accedido a este cargo, entre otras cuestiones, ha sido por el compromiso adquirido por Zapatero con la paridad en el número de hombres y mujeres al frente de los ministerios, puesto que a la nueva ministra hasta el momento se le desconocen cargos relacionados con nuestro sector.
No es el caso de la persona designada como secretario general del MAPA, es decir, el número dos de dicho ministerio, Fernando Moraleda, de sobra conocido por parte de todos, pues ha ostentado en los últimos años el cargo de máxima responsabilidad de la UPA a nivel nacional, secretario general.
Desde ASAJA lo primero que quiero manifestar es la felicitación por sus nombramientos y la máxima disposición para trabajar por los intereses agropecuarios de Castilla y León; siempre teniendo muy claro cuáles son las prioridades de nuestro sector y a quién defendemos, y tratando de olvidar la demagogia, mentiras e ideas equivocadas que alguno de los ahora responsables del ministerio han podido tener en tiempos pasados.
Hemos tomado buena nota de las promesas electorales de incorporar 10.000 jóvenes al año para tener un campo rejuvenecido, con ilusión y con horizontes empresariales y de futuro. No se nos ha olvidado tampoco el control que han prometido de todos los intermediarios en la cadena alimenticia para que los precios del sector sean dignos y a la vez el consumidor pueda acceder a nuestros productos sin ultrajar la cesta de la compra.
También se nos ha manifestado con la máxima contundencia que iba a haber presupuesto necesario para la mejora de las explotaciones, para la aprobación de los ceses anticipados, así como para todas las solicitudes de los programas agroambientales.
Ni qué decir tiene que va a ser una realidad la puesta en marcha de 150.000 hectáreas a de nuevos regadíos en nuestro país –o la mejora de los existentes–, y por lo tanto una buena parte de ellos se harán en Castilla y León a condiciones asequibles y proporcionales a la poca rentabilidad que nuestros cultivos tienen.
En el programa electoral hemos echado en falta –y así se lo hemos pedido y recordado en las reuniones mantenidas en la campaña– que poco o nada ha hablado este partido sobre la reforma de la PAC y su inminente aplicación. Nuestra postura sigue siendo la misma que hace muchos años, la defensa profesional de los intereses agrícolas y ganaderos españoles ante las posibles negociaciones en la UE, y ante lo ya aprobado y a desarrollar por el Ministerio de Agricultura, que se ejecute de la forma menos perjudicial posible para nuestros intereses.
Desde luego es de urgencia aclarar todas las cuestiones que faltan, para que así la incertidumbre y el malestar en el campo puedan desaparecer. Para ello, es necesario un desacoplamiento total de las ayudas, para que los profesionales del campo que así lo deseen tengan la libertad de ejercer en su empresa agraria la actividad que más beneficios dé al cabo del año.
En este tema, Fernando Moraleda, como secretario general, y la UPA de Castilla y León, tenían muy claro con anterioridad a las elecciones generales que lo beneficioso para los profesionales del campo era un desacoplamiento total de las ayudas. Esperemos que sigan teniendo la misma opinión ahora que es secretario general del MAPA y por lo tanto aplique cuanto antes lo que exigía al anterior gobierno.
También le recordamos al PSOE la promesa de eliminar la nueva Ley de arrendamientos rústicos, tan criticada por ASAJA, por calificarla de totalmente perjudicial para los intereses de los agricultores profesionales. Y dentro de las cuestiones sociales, también se nos prometió desde el PSOE la mejora de la Seguridad Social Agraria. Esperemos que ésto se haga pronto una realidad.
Concluyo haciendo alusión a los comentarios de pasillo de los últimos días en el ministerio. Teniendo muy claro que Elena Espinosa será la ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, pero que Fernando Moraleda será quien mande en la agricultura y la ganadería del estado español, le quiero pedir algo: si todo lo que usted ha pedido durante los últimos años y que estaba alejado de la demagogia, del discurso fácil y la mentira que muchas veces ha utilizado como arma sindical, ahora lo hace realidad en el ministerio, le felicitaremos como hemos hecho siempre con quien lo ha hecho bien. Pero si por el contrario su manera de gobernar va a ser negativa para los intereses de los profesionales del campo de Castilla y León, nos tendrá en contra como nos ha tenido cualquier gobierno que no ha defendido los intereses de la agricultura y la ganadería.
Como recordaréis, en la última carta de Campo Regional hacía referencia a la campaña política. También daba cuenta en ella de las distintas reuniones que mantuvo ASAJA con los diferentes partidos para manifestarles las inquietudes y problemas que los hombres del campo tenemos en estos momentos.
Transcurrido el tiempo de las elecciones, la investidura del Gobierno y los nombramientos de los ministros, secretarios generales y altos cargos, es hora de recordar al PSOE, ganador de las elecciones generales del 14-M, los compromisos adquiridos con el campo español y de Castilla y León.
Nuestro ministerio ha sido de los últimos en desvelar con quién iba a contar como titular. Han corrido rumores de que si Elena Espinosa, ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación ha accedido a este cargo, entre otras cuestiones, ha sido por el compromiso adquirido por Zapatero con la paridad en el número de hombres y mujeres al frente de los ministerios, puesto que a la nueva ministra hasta el momento se le desconocen cargos relacionados con nuestro sector.
No es el caso de la persona designada como secretario general del MAPA, es decir, el número dos de dicho ministerio, Fernando Moraleda, de sobra conocido por parte de todos, pues ha ostentado en los últimos años el cargo de máxima responsabilidad de la UPA a nivel nacional, secretario general.
Desde ASAJA lo primero que quiero manifestar es la felicitación por sus nombramientos y la máxima disposición para trabajar por los intereses agropecuarios de Castilla y León; siempre teniendo muy claro cuáles son las prioridades de nuestro sector y a quién defendemos, y tratando de olvidar la demagogia, mentiras e ideas equivocadas que alguno de los ahora responsables del ministerio han podido tener en tiempos pasados.
Hemos tomado buena nota de las promesas electorales de incorporar 10.000 jóvenes al año para tener un campo rejuvenecido, con ilusión y con horizontes empresariales y de futuro. No se nos ha olvidado tampoco el control que han prometido de todos los intermediarios en la cadena alimenticia para que los precios del sector sean dignos y a la vez el consumidor pueda acceder a nuestros productos sin ultrajar la cesta de la compra.
También se nos ha manifestado con la máxima contundencia que iba a haber presupuesto necesario para la mejora de las explotaciones, para la aprobación de los ceses anticipados, así como para todas las solicitudes de los programas agroambientales.
Ni qué decir tiene que va a ser una realidad la puesta en marcha de 150.000 hectáreas a de nuevos regadíos en nuestro país –o la mejora de los existentes–, y por lo tanto una buena parte de ellos se harán en Castilla y León a condiciones asequibles y proporcionales a la poca rentabilidad que nuestros cultivos tienen.
En el programa electoral hemos echado en falta –y así se lo hemos pedido y recordado en las reuniones mantenidas en la campaña– que poco o nada ha hablado este partido sobre la reforma de la PAC y su inminente aplicación. Nuestra postura sigue siendo la misma que hace muchos años, la defensa profesional de los intereses agrícolas y ganaderos españoles ante las posibles negociaciones en la UE, y ante lo ya aprobado y a desarrollar por el Ministerio de Agricultura, que se ejecute de la forma menos perjudicial posible para nuestros intereses.
Desde luego es de urgencia aclarar todas las cuestiones que faltan, para que así la incertidumbre y el malestar en el campo puedan desaparecer. Para ello, es necesario un desacoplamiento total de las ayudas, para que los profesionales del campo que así lo deseen tengan la libertad de ejercer en su empresa agraria la actividad que más beneficios dé al cabo del año.
En este tema, Fernando Moraleda, como secretario general, y la UPA de Castilla y León, tenían muy claro con anterioridad a las elecciones generales que lo beneficioso para los profesionales del campo era un desacoplamiento total de las ayudas. Esperemos que sigan teniendo la misma opinión ahora que es secretario general del MAPA y por lo tanto aplique cuanto antes lo que exigía al anterior gobierno.
También le recordamos al PSOE la promesa de eliminar la nueva Ley de arrendamientos rústicos, tan criticada por ASAJA, por calificarla de totalmente perjudicial para los intereses de los agricultores profesionales. Y dentro de las cuestiones sociales, también se nos prometió desde el PSOE la mejora de la Seguridad Social Agraria. Esperemos que ésto se haga pronto una realidad.
Concluyo haciendo alusión a los comentarios de pasillo de los últimos días en el ministerio. Teniendo muy claro que Elena Espinosa será la ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, pero que Fernando Moraleda será quien mande en la agricultura y la ganadería del estado español, le quiero pedir algo: si todo lo que usted ha pedido durante los últimos años y que estaba alejado de la demagogia, del discurso fácil y la mentira que muchas veces ha utilizado como arma sindical, ahora lo hace realidad en el ministerio, le felicitaremos como hemos hecho siempre con quien lo ha hecho bien. Pero si por el contrario su manera de gobernar va a ser negativa para los intereses de los profesionales del campo de Castilla y León, nos tendrá en contra como nos ha tenido cualquier gobierno que no ha defendido los intereses de la agricultura y la ganadería.