Las organizaciones agrarias de Castilla y León, entre ellas ASAJA, y las principales cooperativas de producción de leche de vaca de la región, celebraron hoy viernes una rueda de prensa frente a las instalaciones de la empresa láctea PULEVA en León capital para denunciar la situación que atraviesa el sector y anunciar movilizaciones para los próximos días.
Un grupo de industrias lecheras, que no todas, estarían dispuestas a seguir una consigna de la patronal FENIL de bajar el precio a los ganaderos en algo más de 1 céntimo de euro el litro, a sabiendas que no hay razones de mercado ya que se está ante un claro desabastecimiento en origen y una situación alcista de los precios europeos y mundiales. Además, y al contrario de otras ocasiones, no existe una presión de la gran distribución para bajar los precios al consumidor en los lineales, en definitiva que la leche no se está utilizando como reclamo como ha ocurrido en otras campañas.
La patronal FENIL ha pedido a sus empresas asociadas que repercutan en 2 pesetas la bajada de la leche a los ganaderos, aunque por razones políticas excluyen de dicha bajada a la comunidad gallega, precisamente una región en la que la leche tienen menos calidad que en Castilla y León y un mayor coste de recogida.
Por otra parte, se da la paradoja que las industrias en principio más proclives a aplicar el acuerdo político de FENIL son las que están radicadas en Castilla y León, entre ellas Puleva, Pascual y Lauki, razón por la cual el sector ganadero ha decidido dirigir hacia ellas los primeros actos de protesta. Alguna de estas empresas se están enfrentando a una pérdida de proveedores y por consiguiente de leche al optar el sector por empresas de fuera de Castilla y León que no quieren pedir más esfuerzos a un sector que cobra la leche como hace diez años, se enfrente a la incertidumbre del futuro de las cuotas, y está pagando los piensos y forrajes un veinticinco por ciento más caros.