El pasado 20 de enero se publicó en el Boletín Oficial de Castilla y León, la resolución por la que se hace pública la aceptación de la renuncia de los miembros titulares y suplentes que representaban a ASAJA en el Pleno y en la Comisión Permanente del Consejo Regional Agrario de Castilla y León.
El pasado 20 de enero se publicó en el Boletín Oficial de Castilla y León, la resolución por la que se hace pública la aceptación de la renuncia de los miembros titulares y suplentes que representaban a ASAJA en el Pleno y en la Comisión Permanente del Consejo Regional Agrario de Castilla y León.
Se oficializa de este modo la petición formulada el pasado 1 de diciembre por la Junta Directiva de ASAJA de Castilla y León, de no volver a participar en este órgano, por considerar que el objetivo con el que nació se había desvirtuado. Las discrepancias de ASAJA comenzaron hace un año, cuando, en diciembre de 2003, el consejero de Agricultura y Ganadería tomó unilateralmente la decisión de incluir en la Comisión Permanente del Consejo, el órgano que se reúne periódicamente para tratar temas de política agraria, a Urcacyl, convirtiendo a ésta en una “cuarta OPA” de hecho, a pesar de que no está respaldada por los resultados obtenidos en los comicios a Cámaras Agrarias. Con este cambio, la Administración conseguía diluir el significado reivindicativo que hasta ese momento había desempeñado la Comisión Permanente del Consejo. A pesar de la oposición del sector, el consejero no reconsideró su postura.
Los últimos acontecimientos, el posicionamiento sobre el modelo de aplicación de la reforma de la PAC o la reciente firma por parte de Ricardo Martín, presidente de la Confederación de Cooperativas nacional y también de Urcacyl, de las ridículas propuestas del Ministerio para paliar la crisis del gasóleo, han servido para constatar las críticas de ASAJA. El marco de acción de las cooperativas tiene que ser y es de hecho muy distinto del de las organizaciones agrarias, sobre las que ha de recaer en exclusividad la representación del sector en materias de política agraria.
ASAJA advierte, además, sobre el momento especialmente crítico que vive la representación agraria en Castilla y León, con la organización que fue más votada en las últimas elecciones a cámaras escindida, y con ASAJA, que vuelve a agrupar al mayor número de profesionales, sin un cauce de locución estable con el Gobierno autonómico, “algo que debería preocupar enormemente al consejero Valín, como máximo responsable regional”, subraya la OPA, que puntualiza que “no parece lógico ni sensato que la principal organización quede excluida y al margen de las reuniones en las que se trate la política agraria y ganadera regional”.
Se oficializa de este modo la petición formulada el pasado 1 de diciembre por la Junta Directiva de ASAJA de Castilla y León, de no volver a participar en este órgano, por considerar que el objetivo con el que nació se había desvirtuado. Las discrepancias de ASAJA comenzaron hace un año, cuando, en diciembre de 2003, el consejero de Agricultura y Ganadería tomó unilateralmente la decisión de incluir en la Comisión Permanente del Consejo, el órgano que se reúne periódicamente para tratar temas de política agraria, a Urcacyl, convirtiendo a ésta en una “cuarta OPA” de hecho, a pesar de que no está respaldada por los resultados obtenidos en los comicios a Cámaras Agrarias. Con este cambio, la Administración conseguía diluir el significado reivindicativo que hasta ese momento había desempeñado la Comisión Permanente del Consejo. A pesar de la oposición del sector, el consejero no reconsideró su postura.
Los últimos acontecimientos, el posicionamiento sobre el modelo de aplicación de la reforma de la PAC o la reciente firma por parte de Ricardo Martín, presidente de la Confederación de Cooperativas nacional y también de Urcacyl, de las ridículas propuestas del Ministerio para paliar la crisis del gasóleo, han servido para constatar las críticas de ASAJA. El marco de acción de las cooperativas tiene que ser y es de hecho muy distinto del de las organizaciones agrarias, sobre las que ha de recaer en exclusividad la representación del sector en materias de política agraria.
ASAJA advierte, además, sobre el momento especialmente crítico que vive la representación agraria en Castilla y León, con la organización que fue más votada en las últimas elecciones a cámaras escindida, y con ASAJA, que vuelve a agrupar al mayor número de profesionales, sin un cauce de locución estable con el Gobierno autonómico, “algo que debería preocupar enormemente al consejero Valín, como máximo responsable regional”, subraya la OPA, que puntualiza que “no parece lógico ni sensato que la principal organización quede excluida y al margen de las reuniones en las que se trate la política agraria y ganadera regional”.