¿Cómo puede ser que un partido, con más de 7.000 cargos públicos en la región, principalmente concejales, no conozca al milímetro la tierra a la que representa? ¿No será acaso que a veces no quiere escucharlos?
Donaciano Dujo. Presidente de ASAJA Castilla y León
Estos días de atrás observaba yo con curiosidad y luego con sorpresa las ‘primarias’ del partido mayoritario y al frente del Gobierno de Castilla y León desde hace treinta años. Resultados a parte, y dando la enhorabuena al ahora ya candidato a la presidencia del Partido Popular, lo que más me llamó la atención era la disparidad entre las cifras de militantes del PP hasta ahora oficiales –más de 50.000– y los que finalmente tuvieron derecho a votar –poco más de 6.000–. Por decepción, por enfado, por pereza, por aburrimiento, por no pagar las cuotas o por lo que fuera, lo cierto es que llegó a las urnas poco más de la décima parte de los afiliados de los que presumían.
Yo no sé cómo llevan las cuentas en otros sitios. Pero sí sé que en ASAJA el que no paga su cuota no es socio. Hoy por hoy, unos 18.000 en Castilla y León. Así es y no debería ser de otra manera, porque no se trata de inflar cifras cuando no hay compromiso detrás. Tenemos 18.000 socios de carne y hueso, al corriente de pago de su cuota, y que acuden regularmente a nuestra red de oficinas y a nuestras asambleas para expresar lo que opinan y elegir democráticamente a quienes representan a la organización. Estos responsables tienen que justificar sus decisiones y hasta el último céntimo de gastos ante los afiliados y ante las administraciones. Y así debe ser.
Tampoco entiendo que no conozcas a tu propia militancia y no sea hasta que llamas a las urnas cuando te des cuenta de que detrás de ti no hay nadie. Hablamos de cifras abarcables, unos pocos miles por provincia. Cada organización provincial de ASAJA tiene entre juntas directivas, comités y órganos de coordinación una red considerable de apoyo, con los oídos bien abiertos para escuchar cuanto preocupa a los agricultores y ganaderos de las diferentes comarcas de la Comunidad Autónoma. ¿Cómo puede ser que un partido, con más de 7.000 cargos públicos en la región, principalmente concejales, no conozca al milímetro la tierra a la que representa? ¿No será acaso que a veces no quiere escucharlos?
Da la impresión de que aquí la mayoría está a lo suyo, a su “carguillo”, sin preocuparse de nada más. Solo así se explica que también estos días el Grupo Popular, con el apoyo de Ciudadanos, haya rechazado la propuesta de la Oposición, respaldada por todo el sector, de reconocer a las organizaciones profesionales agrarias como entidades colaboradoras de la Administración. Se niegan estos señores a cumplir con la ley más importante con la que se ha dotado al sector en los últimos años, la Ley Agraria, y, lo que es peor, se niegan a reconocer la realidad: que las OPA son imprescindibles en el asesoramiento y tutela de los profesionales del campo para que superen el marasmo de burocracia en el que la propia administración les ahoga cada campaña. Un servicio arduo y muy especializado que están asumiendo las organizaciones, con no pocas dificultades, porque sus medios son muy limitados.
Pero bueno, rodillo. Total, qué más da 6.000 que 50.000, qué más da tener razón y no tenerla, cuando tienes la sartén por el mango. De esos polvos vienen luego estos lodos: de hacer las cosas sin diálogo ni negociación.