Las organizaciones agrarias ASAJA de Castilla y León y Unión de Campesinos UCCL de Castilla y León han denunciado que los seguros agrarios, cuyo plazo de contratación para la campaña 2017/2018 se ha abierto recientemente, son más caros que la pasada campaña y que mantienen las mismas coberturas, sin que se vislumbre ningún tipo de mejora.
Las organizaciones agrarias ASAJA de Castilla y León y Unión de Campesinos UCCL de Castilla y León han denunciado que los seguros agrarios, cuyo plazo de contratación para la campaña 2017/2018 se ha abierto recientemente, son más caros que la pasada campaña y que mantienen las mismas coberturas, sin que se vislumbre ningún tipo de mejora. La organización agraria denuncia que tras un año catastrófico, como ha sido 2017, para los cereales y otros cultivos herbáceos en la agricultura de Castilla y León, la respuesta en materia de seguros agrarios sea un producto más caro que sigue sin responder a las demandas del sector.
En primer lugar, la subvención aplicada por el Estado a través de ENESA se reduce en un 10%, sobre la prima comercial base neta. Esta cantidad es equivalente a la subvención que ha anunciado la consejería de Agricultura, por lo tanto, el efecto en la póliza será neutro, es decir, la Junta aportará lo que deja de aportar el Estado y el agricultor no verá cambios al respecto en el momento de la suscripción, pero dejará de ingresar la subvención que percibía un año después.
Por otra parte, Agroseguro ha quitado a miles de agricultores, por haber dado siniestro esta campaña, una bonificación que le venía aplicando, que podía ser del 5% o del 10%, encareciendo como consecuencia de ello la póliza en la misma medida. Por si fuera poco, la siniestralidad de este año ha sido también el pretexto para que Agroseguro modifique al alza el nivel de riesgo de cada agricultor, con criterios poco objetivos y nada transparentes, lo que de nuevo encarece el seguro, y en especial en el caso del seguro garantizado, que da más coberturas al agricultor.
Por último, ha habido una revisión al alza de los rendimientos históricos, tomados en el cómputo de 10 años, lo que los sitúan en una media de 3.246 kilos de cereal en el conjunto de Castilla y León. Estos mayores rendimientos suponen un mayor coste del seguro también, aunque en este caso está justificado en unas mayores coberturas.
Por todas estas razones, la tónica general es que los agricultores de Castilla y León van a pagar los seguros más caros, en muchísimos casos con importes que doblan los del pasado año, y por el contrario no van a ver mejoras en las coberturas, desatendiendo las reivindicaciones que viene haciendo el sector para que el seguro sea más atractivo y se universalice.