Si en el resto de España el precio medio por tractor ronda los 50.000 euros, en Castilla y León, donde contamos con las explotaciones mejor dimensionadas del país, este precio se eleva por encima de los 70.000 euros. Son cifras muy importantes, por lo que es necesario contar con un plan de mejora generoso y que se abone en tiempo y forma.
Donaciano Dujo. Presidente de ASAJA de Castilla y León
El éxito de Agraria, además del buen trabajo de sus organizadores, tiene mucho que ver con el consolidado y creciente peso de Castilla y León como autonomía principal y motora del sector agrario y ganadero nacional. Meses antes de cerrarse este catálogo ya estaba comprometida toda la superficie disponible de esta feria, y lo que es seguro es que las firmas comerciales no vienen a perder, sino a ganar cantera de clientes. El peso de Castilla y León en el sector primario queda confirmado por las cifras: cerca del 20 por ciento de la maquinaria agrícola nueva que se inscribe cada año radica en nuestra Comunidad Autónoma. Y no solo eso, es que además se trata de los equipos de mayor valor: los tractores como más caballos de potencia, los equipos de siembra directa, los de carga y transporte de forraje, las cosechadoras en general y las de patata en particular, tienen sus mejores clientes en nuestra región. Baste con recordar que, hasta no hace tantos años, era frecuente que las cosechadoras del sur vinieran a nuestros pueblos a recolectar cereal; hoy, cada vez son más los equipos de aquí que inician su calendario de cosecha bajando a las provincias andaluzas, peinando todo el país hasta concluir en el norte de nuestra Castilla y León.
Es cierto que ha descendido el número de agricultores, pero también es cierto que el esfuerzo de modernización de los profesionales ha permitido una actualización importante del parque de maquinaria lo que, unido a la pericia en el manejo, ha mantenido e incluso incrementado las posibilidades de producción en muchos sectores agrícolas. Además, las notables cifras de incorporación alcanzadas en los últimos años han dado un espaldarazo importante al necesario relevo generacional en el sector.
Ahora que estrenamos el nuevo Programa de Desarrollo Rural 2015-2020, que contiene líneas vitales para el campo, como la de incorporación de jóvenes o la de modernización de explotaciones, pasear por los pabellones de esta feria Agraria debería invitar a los agricultores a estudiar las necesidades que cada explotación tiene y sopesar, siempre con prudencia, la conveniencia y rentabilidad de renovar su maquinaria. Eso, si la administración tiene a bien rectificar y ser justa en la adjudicación de las ayudas, para que lleguen por igual a los agricultores, independientemente de en qué sector trabajen, y de qué comarca o provincia sean. Hay que tener en cuenta que, si en el resto de España el precio medio por tractor ronda los 50.000 euros, en Castilla y León, donde contamos con las explotaciones mejor dimensionadas del país, este precio se eleva por encima de los 70.000 euros. Son cifras muy importantes, por lo que contar con un plan de mejora generoso y que se abone en tiempo y forma –no con retrasos insoportables para el agricultor– es totalmente necesario.
Confiemos en que este apoyo institucional se confirme, y que los agricultores podamos sopesar con ciertas garantías futuras inversiones. Sin ser manirrotos, pero tampoco sin quedarnos atrás, porque la tecnología agrícola no deja de transformarse: en un par de años, el periodo que transcurre de una feria Agraria a la siguiente, los avances son muy grandes.
Esos cambios que sin parar se suceden, dejando a la maquinaria antigua obsoleta y permitiendo al agricultor marcarse cada vez objetivos más altos en la producción y en el ahorro de insumos, son los que muestra Agraria. Esa pericia de las nuevas máquinas es lo que gusta ver al buen profesional del campo, que siempre trata de mejorar sus rendimientos y optimizar sus recursos. En un mes como es febrero en el que las tareas agrícolas no son tan intensas y podemos sacar unas horas para ver maquinaria, Agraria se ha convertido ya en una cita señalada para el sector de Castilla y León, y también de compañeros de otras comunidades limítrofes, que cada vez acuden en mayor número a esta feria. Una feria que, además, nos permite saludarnos y charlar un rato con otros amantes del campo y de esta profesión, la agricultura y la ganadería, que pese a todo es la que nos gusta. Porque las máquinas son importantes, pero el agricultor no solo es importante, es imprescindible.
Bienvenidos a Agraria, y bienvenidos también a nuestro stand, que es el de todos los agricultores y ganaderos,
* Artículo publicado en el catálogo de AGRARIA 2015