Donaciano Dujo: “La ministra Ribera sacrifica al sector ganadero y encima lo vende como una victoria”
La organización agraria ASAJA rechaza con la máxima contundencia el acuerdo para aumentar el grado de protección sobre el lobo adoptado por el Gobierno y determinadas comunidades autónomas, justo aquellas donde no hay ejemplares y por tanto desconocen la cruda realidad de los continuos ataques del cánido a la ganadería. En la práctica, este acuerdo supondrá que el lobo no será especie cinegética en España, lo que significará un empeoramiento de la ya complicada situación actual, en la que las restricciones de caza se aplican solo al sur del Duero, lo que causa que en esa área se concentren hoy el 80 por ciento de los ataques.
Castilla y León soporta ya cerca de 2000 ataques de lobo cada año, que dejan más de 4000 cabezas de ganado muertas. Si la situación de partida ya es mala, una regulación más restrictiva contribuirá sin duda a que haya un censo todavía mayor de camadas de lobos por todo el territorio de Castilla y León, incluidas zonas en la que nunca antes se había avistado.
Por ello, el presidente de ASAJA, Donaciano Dujo ha pedido a la Junta de Castilla y León a que, tanto desde un punto de vista político como judicial, “haga cuanto esté en su mano para recurrir el acuerdo alcanzado entre el Ministerio para la Transición Ecológica y parte de las comunidades autónomas. Además, se ha dirigido tanto a la ministra, Teresa Ribera, como a los grupos ecologistas para que demuestren de verdad su compromiso con la conservación del lobo “y se lo lleven a su casa como animal de compañía, que en Castilla y León nos sobran”.
“Cuánto sufrimiento, cuánto dolor y cuántas pérdidas económicas acarrea el lobo a tantas familias ganaderas, que tienen razones para sentirse burladas por estas decisiones de políticos como la ministra Ribera, que sacrifican al sector sin tan siquiera pedir perdón por ello, y encima lo venden como una victoria”, lamenta Donaciano Dujo.
Hoy el lobo es ya el gran enemigo de la ganadería extensiva en pastoreo en nuestra comunidad autónoma, que es la que cuenta con el mayor número de ejemplares de España. Donde este cánido campa a sus anchas es inviable hacer una ganadería extensiva en la que el ganadero no está permanentemente presente con el ganado, y aunque hubiera mecanismos de compensación económica, que no los hay, ello no sería una solución. Muchos daños de los lobos no se pueden demostrar y por lo tanto peritar, y al valor del animal siniestrado hay que sumar un lucro cesante, que a veces es superior todavía. También hay que tener en cuenta que la prohibición de su caza supone también una pérdida de ingresos para las juntas vecinales propietarias de los cotos cinegéticos.
ASAJA considera que la decisión de ayer es una victoria de los conservacionistas contra los ganaderos, y que ha sido posible por la propensión del Gobierno a tomar decisiones marcadas por sesgos ideológicos al margen de las valoraciones técnicas, de la equidad y del sentido común. Se equivoca el Gobierno legislando contra los intereses de quienes viven en los pueblos, sin escucharlos ni empatizar con ellos.