El representante de ASAJA en Bruselas participó en una jornada sobre gestión de la especie
El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, , representando a su vez a los responsables de Galicia, Asturias y Cantabria, se ha reunido en el Parlamento Europeo, en Bruselas, con representantes del Intergrupo de biodiversidad y mundo rural del Parlamento Europeo, portavoces del Partido Popular Europeo y de los Socialistas Europeos, entre otros representantes, donde ha buscado apoyos para que pueda gestionarse por las Autonomías el lobo en sus territorios.
Suárez-Quiñones, que estuvo acompañado por el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la consejería, José Ángel Arranz. ha insistido en que éste no es un debate de conservar el lobo o la ganadería extensiva, sino ambas, y sobre todo a las personas que viven y trabajan en el medio rural, y ha denunciado que el Gobierno español ha remitido a Europa una información errónea sobre la evolución del censo del lobo en España, que es favorable y está en clara expansión.
Por la tarde, se celebró en la sede de la Eurocámara una jornada en la que, bajo el título de ‘La gestión activa del lobo como modo de convivencia con la ganadería extensiva’, organizada por el PPE. En el encuentro, con la presencia de europarlamentarios y otras entidades de interés como el representante de la organización profesional agraria ASAJA en Bruselas, José María Castilla, o el representante de la oficina de la organización agraria CAP Portugal en Bruselas, desgranó el problema que los grandes carnívoros están suponiendo en Europa para el mantenimiento de la actividad ganadera, y la necesidad de encontrar soluciones que permitan la compatibilidad de lobo y grandes carnívoros con el ganado extensivo.
Con estos encuentros, el consejero ha buscado el apoyo de la Eurocámara para que pueda gestionarse por las Autonomías el lobo en sus territorios, en el marco de la Directiva Europea Hábitats, como antes de septiembre de 2021, tras el cambio de régimen -con la inclusión del lobo en el LESPRE-, que no obedece a intereses generales y que ha ido más allá del ya exigente régimen de protección europeo, y camina en sentido contrario a lo que países con población de lobo pretenden en Europa que es una flexibilización de la normativa europea.
Suárez-Quiñones ha trasladado que el efecto de este cambio, basado únicamente en la ideología y no en los intereses generales y en las necesidades de conservación, es un incremento de los daños a la ganadería extensiva, que se extienden en número y territorios, que produce el abandono de la ganadería extensiva y con ello un perjuicio para la biodiversidad, para la supervivencia del medio rural y para la lucha contra los incendios forestales, dado que la promoción de este tipo de ganadería es precisamente uno de factores de lucha contra los incendios, caminándose, por tanto, en sentido contrario.
El consejero puso de manifiesto que en Europa hay países como Austria, Croacia, Finlandia, Hungría, Letonia, Rumanía y Eslovaquia en los que hay iniciativas para adaptar la normativa europea a la realidad de la amenaza creciente de los grandes carnívoros, como el lobo, al desarrollo rural y su biodiversidad.