ASAJA no llega a entender el papel de Elena Espinosa, todavía ministra de Agricultura, en la firma del acuerdo sobre Seguridad Social Agraria que este mediodía tendrá lugar en Madrid entre las organizaciones agrarias y el Ministerio de Trabajo, ya que su aportación y la de su equipo ha sido nula.
El cambio legislativo en seguridad social agraria abrirá la puerta a que muchas esposas de agricultores que colaboran en la explotación se puedan dar de alta en el régimen, y facilitará también la contratación de trabajadores asalariados. La nueva definición que se da de profesional de la agricultura a la hora de encuadrarse en el régimen, con la especificidad agraria y por tanto las ventajas inherentes a ello, abarca a la inmensa mayoría de los activos de la ganadería y la agricultura de la región.
ASAJA no llega a entender el papel de Elena Espinosa, todavía ministra de Agricultura, en la firma del acuerdo que este mediodía tendrá lugar en Madrid entre las organizaciones agrarias y el Ministerio de Trabajo, ya que su aportación y la de su equipo ha sido nula. ASAJA le pide a la ministra que tome nota, ya que como ve, con diálogo –el que a ella le falta– y buena voluntad, se pueden abordar de forma satisfactoria los problemas del sector.
La firma de este acuerdo con Trabajo deja en evidencia a un Ministerio de Agricultura en el que, con Elena Espinosa al frente y hasta hace poco con Moraleda como ministro en la sombra, se está viviendo una de las etapas más despóticas en lo referente a las relaciones con el sector. Una etapa caracterizada por la falta de interlocución y la imposición de medidas de política agraria equivocadas que restan competitividad a las explotaciones, a la vez que no se ha puesto remedio a ninguno a los males que arrastra el campo.