Los papeles nos queman a todos. Si algo valoras en esta profesión es tener cerca un técnico que supervise tu solicitud de ayuda, tu declaración de la renta, tu seguro, que te garantice que las cosas van a estar hechas a tiempo, y además bien hechas.
Donaciano Dujo. Presidente de ASAJA de Castilla y León
Echando la vista atrás, ahora que empieza una nueva campaña PAC, recuerdo la primera vez que acudí a la oficina de ASAJA. Tenía apenas 17 años -han pasado casi treinta años desde ese momento, ya ha llovido-, mi padre no tenía buena salud y tuve que rematar la sementera de aquella primavera, así que me acerqué a hacer un seguro de pedrisco e incendio. Yo, que era un chaval que hasta entonces no se había preocupado de más que de corretear, dar patadas al balón de fútbol y obedecer con más o menos ganas a mis padres, en pocos meses me tuve que convertir en el titular de la explotación, y resolver solo cómo atender las vacas y preparar las tierras. Si sería la cosa que, como no tenía la edad suficiente, tuve que esperar al siguiente invierno para sacar el carné de conducir, yendo y viniendo en autobús de Ledigos a la capital (eso sí, en cuatro días lo saqué, porque ya llevaba un buen montón de horas de tractor practicadas).
Me acuerdo de aquellas primeras visitas, a las antiguas oficinas de ASAJA-Palencia; bueno, por entonces era la antigua asociación de agricultores y ganaderos palentinos, de la que formaban parte mis familiares y vecinos. Me presentaron al equipo, nombres entonces nuevos que hoy son como de la familia, porque conocen mi explotación casi tan bien como yo mismo. Allí hice el curso de incorporación y tramité los papeles para convertirme en titular; también recuerdo cursos de soldadura, de fitosanitarios, de todos los temas que fui necesitando para convertirme en lo que quería ser: un profesional del campo. Allí me prepararon la primera declaración de la renta y, unos cuantos años después, la primera solicitud de la PAC.
Los papeles nos queman a todos, y con 17 años, mucho más. Si algo valoras en esta profesión es tener cerca un técnico que supervise tu solicitud de ayuda, tu declaración de la renta, tu seguro, que te garantice que las cosas van a estar hechas a tiempo, y además bien hechas. Burocracia siempre ha habido, aunque desde los noventa y la llegada de la PAC se ha multiplicado y hoy tenemos “más papeles que estrellas”.
En estos años, los agricultores y ganaderos nos hemos acostumbrado de tal modo a ese asesoramiento del equipo técnico de ASAJA que nos parece lo normal. Si faltara –cosa que no va a ocurrir, al contrario, si en algo nos esforzamos es que cada vez el apoyo sea más perfecto, profesional y completo– yo por lo menos no sabría por dónde empezar. Sabemos que puntualmente los técnicos nos van a avisar y pedir los documentos que sean necesarios para que las solicitudes lleguen en tiempo y forma, para que apenas tengamos que echar un vistazo para comprobarlo todo y estampar la firma. Con ASAJA el papeleo es más sencillo, pero es que además sabes que se ha tramitada de forma precisa, legal y beneficiosa para tu explotación. Y lo que es más importante, contra esos otros que se apuntan a tramitar solicitudes PAC como si hicieran longanizas, y que se escaquean cuando viene cualquier problema o incidencia, en ASAJA dan la cara por ti, tanto su equipo técnico como el sindical, si se da el caso de que es necesario reclamar soluciones a la administración. Porque para nosotros los agricultores y ganaderos no son clientes, sino la base y raíz de la organización.
Como socio, estoy orgulloso de pertenecer a ASAJA por muchos motivos: por su modelo de agricultura y ganadería profesional, libre de clientelismos y demagogias; por su apuesta por la empresa familiar, base de la economía y del medio rural; por su confianza en que en el profesional del campo está el verdadero motor del desarrollo de nuestros pueblos. Pero también, como socio, estoy orgulloso de que nuestra organización tenga los mejores servicios técnicos. Y como presidente y desde aquí, les doy las gracias a todos nuestros trabajadores, especialmente en estos meses de tramitación de la PAC en el que sé que se emplean al cien por cien, con todos sus conocimientos y todo su esfuerzo, en facilitar las cosas a los agricultores y los ganaderos.