Las organizaciones profesionales agrarias de Castilla y León, ASAJA, Upa-Coag y Unión de Campesinos, han pedido unidad de todas las administraciones y sectores productivos para hacer frente a la guerra de aranceles abierta por Donald Trump, así como ayudas directas para los sectores que se vean afectados.   

El pasado 15 de abril el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, convocaba a los representantes de los sectores productivos, entre ellos las OPAs, agentes del Diálogo Social, Consejo de Cámaras, partidos políticos y Federación Regional de Municipios y Provincias, para articular una estrategia conjunta que refuerce la unidad y la posición de Castilla y León ante los aranceles de Estados Unidos. El Ejecutivo autonómico apuesta por impulsar la internacionalización, la financiación del capital circulante y la apertura a nuevos mercados. Además, Fernández Mañueco ha defendido que se lleven a cabo actuaciones estructurales que mejoren la competitividad de las empresas y reduzcan costes, entre otros, los de la energía.

Por su parte, Donaciano Dujo, presidente de ASAJA Castilla y León, ha subrayado la “incertidumbre y preocupación del sector, lo que está ocurriendo nos puede afectar tanto en el precio de lo que vendemos como en los costes de producción: desde el vino exportado a Estados Unidos, los fertilizantes que compramos a Rusia, la maquinaria, la soja, etc.”. Además, hay que tener en cuenta que los gastos están hechos: “no podemos bajar el precio de botellas que exportamos a USA cuando las uvas se vendimiaron hace años, o los jamones, que proceden de un cerdo que se crio hace años. Los costes son los que son”.

Ante esta situación, ASAJA propone una serie de medidas:

-Permanecer y salvar los mercados que ya estamos.

-Fortalecer los mercados europeos.

-Ampliar acuerdos existentes, y extender acuerdos a nuevos países.

-Respecto a los aranceles de Estados Unidos, es esencial que la UE tenga una postura unida y única, para negociar con fuerza, y tratar de frenarlos. Y si se ven afectados negativamente sectores agroalimentarios, habrá que habilitar ayudas urgentes que palíen las pérdidas, financiadas de forma conjunta por UE, Gobierno nacional y Comunidades Autónomas.