Una vez más, el campo español se ha visto señalado por el ministerio de Trabajo, en un nuevo intento por criminalizar a los agricultores. La ministra y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, acaba de anunciar un Plan de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social para perseguir a aquellas empresas que no garanticen la seguridad de los trabajadores frente a posibles golpes de calor.
ASAJA rechaza enérgicamente esta forma de proceder que refleja una completa desconfianza y un profundo desconocimiento del sector agrario, tal y como lo se ha dejado patente en la reunión celebrada esta mañana con los responsables de la Inspección de Trabajo.
Hace ya un año que empezaron las campañas inspectoras, que incluían un cuestionario para detectar casos de “esclavitud o prácticas similares” en explotaciones agrícolas. Posteriormente se ha abierto una campaña de control del fraude en la contratación temporal y el sector agrario ha sufrido una persecución por parte de la Inspección de Trabajo.
En este nuevo Plan la Inspección utiliza el sistema de envío masivo de cartas, pretendidamente informativas y de advertencia de la necesidad de cumplir ciertas indicaciones. Sin embargo, las cartas van acompañadas siempre de amenazas de imposición de elevadísimas multas. En un año los agricultores y ganaderos han recibido más cartas de este Organismo que en el conjunto de los diez años anteriores.
Se presentan como medidas pretendidamente novedosas garantes de la seguridad de los trabajadores agrarios lo que son simples obligaciones legales y convencionales sobradamente conocidas por los empresarios y trabajadores, puesto que están debidamente interiorizadas e incorporadas a la negociación colectiva, así como a los correspondientes planes de prevención de riesgos laborales, como no podía ser de otra forma.
En concreto, se habla incomprensiblemente de permitir realizar pausas de trabajo y de organizar el trabajo evitando las franjas horarias de temperaturas más elevadas. Le recordamos a la vicepresidenta segunda que desde ASAJA venimos trabajando desde hace más de dos décadas en mejorar la seguridad de los trabajadores agrarios en nuestras explotaciones. Y lo venimos haciendo, dentro y fuera de la negociación colectiva, no sólo en este terreno de protección frente al calor extremo, sino en general en cualquier ámbito en el que puedan manifestarse particulares riesgos.
Buena prueba de ello es que la siniestralidad en el sector agrario se ha ido reduciendo progresivamente a lo que sin duda ha contribuido la aportación de ASAJA en términos de prevención de riesgos laborales. Un caso aislado, como el que alude la ministra no puede utilizarse para poner en marcha una campaña dirigida a todo un sector. Una vez más se pone en tela de juicio al sector agrario minusvalorando su labor económica, social y de servicio y que garantiza el abastecimiento diario de alimentos sanos, seguros y de calidad.
ASAJA insta al Gobierno a que no se criminalice sistemáticamente al campo español, como se viene haciendo por parte de algunos miembros del Ejecutivo.