La organización agraria ASAJA, que ha presentado una candidatura a las elecciones de Caja España por el grupo de Impositores creará una oficina de atención al público si obtiene representación en los órganos de gobierno, para que todos los Impositores puedan canalizar sus quejas, propuestas y sugerencias.
Este compromiso que ahora se hace firme y público, y que tiene vigencia por los cuatro años que dure el mandato, permitirá mantener el contacto diario con los clientes de la entidad a los que ahora se pide la confianza solicitando el voto. De esta forma, quienes obtengan representación por ir en la lista de ASAJA rendirán cuentas de forma permanente a los votantes y al resto de Impositores de la Caja, y su puesto en los órganos de gobierno será un puesto para trabajar y comprometerse y no una poltrona más o menos bien remunerada y cómoda.
La candidatura de ASAJA garantiza que hará llegar la voz de los Impositores a los diferentes órganos de gobierno de la entidad, sin ataduras políticas y sin compromisos extraños fruto de pactos preelectorales. Desde los problemas más domésticos con los que se pueda encontrar un cliente en su sucursal más próxima, hasta propuestas de más calado sobre el funcionamiento de la entidad o la distribución de los fondos de la Obra Social, se podrán exponer y debatir en la “oficina del Impositor”. Y para que no se quede todo en el olvido como ocurre en anuncios de este tipo que suelen hacer los partidos políticos con las llamadas “oficinas parlamentarias”, el presidente regional de ASAJA, Donaciano Dujo, firmará un documento de compromiso en este sentido que se pondrá a disposición de los votantes y de los medios de comunicación, garantes estos últimos del cumplimiento de esta promesa.
Así, mientras que la “candidatura del ladrillo” ha abierto una oficina electoral para recabar avales y pedir el voto, que se cerrará al día siguiente de las elecciones que se celebrarán el 24 de junio, la “candidatura de la espiga” abrirá la oficina el día 26 de junio y permanecerá al servicio de los clientes de Caja España durante 4 años. Y si en la del “ladrillo” se concitan multitud de intereses todos distintos entre sí, nadie es responsable de nada, y se concurre sin programa; la “candidatura de la espiga” tendrá una oficina y un cargo elector que va a dar la cara y estar a disposición de los Impositores para lo que éstos necesiten en relación con la Caja.