El Consejo Económico y Social (CES) de Castilla y León, reunido hoy en sesión plenaria, ha aprobado por unanimidad el Informe sobre la situación económica y social de Castilla y León en 2023, que incluye un total de 444 recomendaciones enfocadas a la mejora y desarrollo de nuestra comunidad autónoma. Un año más, ASAJA, miembro activo de la institución, agradece al CES su sensibilidad y compromiso con el sector agropecuario, y valora que se hayan incorporado en el informe hoy aprobado numerosas de nuestras aportaciones al documento.

En total, se recogen 13 recomendaciones centradas en el sector agrícola y ganadero. Una de las más importantes es la que se refiere a las infraestructuras hídricas, punto en el que el CES pide que se adapten las existentes y se desarrollen otras nuevas que permitan afrontar las situaciones de sequía cada vez más frecuentes. En concreto, defiende la modernización de los regadíos, la recarga de acuíferos y una digitalización del sector para favorecer la optimización del recurso.

Entre otros puntos, recogidos en las recomendaciones del CES a sugerencia de ASAJA, están la petición de que para asentar población en el medio rural se favorezca la instalación de nuevas explotaciones agroganaderas con las dotaciones de agua necesarias. En el lado de la producción agrícola, se incluye la petición de ASAJA de una regulación coherente en el uso de los fertilizantes orgánicos, que permita conseguir mejoras en la calidad del suelo y su estructura.

Otra recomendación respaldada por el CES, a sugerencia de ASAJA, es que se potencie con más financiación un sistema de seguros agrarios con mayores coberturas, garantías y menor coste para el asegurado, que haga frente a las incertidumbres provocadas por factores externos como las variaciones meteorológicas y climáticas, crisis sanitarias y volatilidades de los precios de los inputs, alteraciones cada vez más frecuentes.

Entre el resto de las aportaciones del sector recogidas en el informe, ASAJA quiere destacar las recomendaciones para solucionar el problema de la fauna salvaje. Se pide un control riguroso y que se faciliten las capturas cinegéticas y otras medidas que de verdad sean eficaces de control de las poblaciones de especies silvestres (ciervos, corzos, jabalíes, topillos, conejos, buitres, abejarucos… entre otras) que se alimentan del ganado y de los cultivos, transmiten enfermedades a la cabaña ganadera y causan accidentes en las zonas rurales. Además, la administración debería asumir la responsabilidad patrimonial de los daños y perjuicios causados.