ASAJA considera que Castilla y León tiene que aspirar a aumentar la superficie regable, ya que tiene agua y tiene campo para utilizarla.
Mañana 24 de septiembre se celebra en Zamora una jornada convocada por la CHD sobre debate y participación pública de la “asignación de recursos, garantías e incidencia del cambio climático”, de cara a los trabajos preliminares de elaboración del nuevo Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero para el periodo 2021/2027, en la que ASAJA de Castilla y León aprovechará para pedir un impulso a la modernización de todos los regadíos allí donde no se ha realizado, ya que es la mejor fórmula para el ahorro de agua, para evitar la contaminación de las aguas por escorrentías de abonado y tratamientos, y para aumentar la competitividad de las explotaciones.
ASAJA comparte el criterio de la CHD de que hay que cerrar el mapa de nuevos regadíos con un acuerdo institucional entre el ministerio de Agricultura, el ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico y la Junta de Castilla y León, pero mientras que el organismo de cuenca pide “criterios conservadores”, ASAJA considera que Castilla y León tiene que aspirar a aumentar la superficie regable, ya que tiene agua y tiene campo para utilizarla, por lo que lo único que se requiere son infraestructuras nuevas o el recrecimiento de algunas de las presas o pantanos ya existentes, algo que es posible llevar a cabo respetando los condicionantes medioambientales, económicos y sociales.
ASAJA se opone rotundamente a una revisión de nuevos regadíos que ya están declarados de interés general y sobre los que ya existe un plan de obras, como son los de La Armuña (Salamanca) y Payuelos (León), tal como plantea la CHD en los documentos de debate.
ASAJA comparte que estamos ante un escenario de cambio climático en el cual el agua juega un factor importante, pero precisamente por eso, porque hemos de acostumbrarnos a convivir con la alternancia de periodos de sequía y periodos de fuertes inundaciones, las infraestructuras de gestión del agua son más necesarias que nunca, y requieren de una planificación a medio y largo plazo.
La organización agraria comparte el criterio de que hay que ahorrar agua, y que lo hay que hacer incluso en los regadíos modernizados, y pide un consenso a todas las administraciones para implantar medidas que resulten eficaces y no perjudiquen la rentabilidad de las explotaciones.
Por último, ASAJA pide a todas las administraciones que pongan en valor la agricultura de regadío por su papel en la generación de riqueza, la creación de empleo, y en definitiva en ser una buena medida para afrontar el denominado “reto demográfico”.