ASAJA ha pedido al Tribunal para la Defensa de la Competencia de Castilla y León que se investigue el reparto de zonas de influencia entre concesionarios de maquinaria agrícola, que impide la libertad de elección y compra del agricultor.
Tal como se indican en el informe facilitado por la organización al Tribunal, desde hace años se ha consolidado en las ventas de maquinaria y aperos agrícolas un sistema perverso que impide la competencia y frena los principios de libre circulación de bienes y servicios que marca la legislación. Existe un acuerdo sin luz ni taquígrafos, pero sí de facto, por el que los concesionarios se reparten el territorio de Castilla y León, impidiendo al potencial comprador adquirir cualquier producto en el establecimiento que prefiera y le sea más ventajoso por las condiciones que ofrece.
Esta situación, bien conocida y soportada por los agricultores y ganaderos, que acatan una situación injusta por el riesgo a verse desatendidos en el caso de necesitar asistencia técnica posterior.
Como se explica en el informe, tanto en el caso de visitas a ferias especializadas de maquinaria agrícola, como a concesionarios concretos, cuando los agricultores solicitan presupuesto “la gran mayoría de las casas comerciales que operan en Castilla y León facilitan el contacto del comercial de la zona donde se ubica la explotación, impidiendo la posibilidad de obtener un presupuesto en concesionarios de otras zonas”.
Al mismo tiempo, si los agricultores, conocedores de mejores condiciones comerciales, acceden a un establecimiento, situado fuera de la zona comercial que “corresponda” a su explotación, “el concesionario les niega la posibilidad de obtener el presupuesto y por tanto la opción de compra de la maquinaria que sea de su interés, advirtiéndoles, igualmente, que si se comprara maquinaria de su marca, en una localidad distinta a la de su zona de influencia que le correspondiera, el servicio de reparación, asistencia o mantenimiento que se precise posteriormente (garantía, cambio de aceite, reparación, etc.) se les denegaría.”
Se trata pues de una práctica comercial difícil de erradicar, porque los afectados, comprensiblemente, no quieren enfrentarse a los concesionarios de los que dependen para cualquier avería y para el mantenimiento de sus herramientas básicas de trabajo”, señala ASAJA. La OPA puntualiza que “nuestras autoridades tienen que hallar mecanismos para cumplir con su obligación de evitar una situación injusta y abusiva. Y en este sentido, sería muy valiosa una investigación del Tribunal para la Defensa de la Competencia, que impida dichas prácticas y permita una auténtica libertad de elección de nuestros asociados, los agricultores y ganaderos de Castilla y León”.
Hay que tener en cuenta que la maquinaria agrícola -entendiendo como tal los tractores agrícolas, motocultores, tractocarros, máquinas automotrices, máquinas remolcadas, remolques agrícolas, cisternas para el transporte y distribución de líquidos, equipos de tratamientos fitosanitarios, equipos de distribución de fertilizantes, esparcidores y accesorios de aplicación localizada de purines-, es sin duda una de las inversiones más importante que realizan los agricultores y ganaderos para llevar a cabo su actividad, tanto por su necesidad como por su coste. Decisión trascendente, por tanto, compleja y meditada, que requiere de un profundo análisis para encontrar el producto óptimo, es decir, aquella máquina que mejor cubra sus necesidades comparando prestaciones y precio, algo que se está hurtando al sector agrario.
El típico anuncio
“TRACTOR marca X, modelo Y, año 2021, con 100 horas, guiado integrado etcétera, etcétera”. Las condiciones te interesan, y piensas en llamar para informarse. Pero ¡OJO!, el anuncio indica lo siguiente: “SOLO LO PODEMOS VENDER DENTRO DE NUESTRA ZONA COMERCIAL”, en la comarca o provincia que le corresponde en el reparto que las casas de maquinaria han acordado. Nada que hacer.