ASAJA de Castilla y León ha manifestado sus discrepancias respecto a COAG tras conocer el comunicado enviado estos días por la organización rival en el que afirma que la Consejería de Agricultura sigue una “política de agilizar los pagos”.
Es más, lo extraño es que ese abono se produzca con agilidad. Y a continuación unos “botones” de muestra:
– Indemnizaciones compensatorias: todavía siguen sin resolverse recursos de los años 1999, 2000 y 2001, quedando pendiente de pago cerca de 7,8 millones de euros (unos 1.300 millones de pesetas).
– Expedientes de cese anticipado: siguen sin resolverse buena parte de los presentados en 2001, que una vez aceptados, no son cobrados antes de que pasen seis meses.
– Expedientes de modernización de explotaciones e incorporación: se cobran tras una media de dos años a partir de la solicitud de la ayuda.
– Indemnización por sacrificio en explotaciones con casos positivos de EEB: llegan con una tardanza de al menos 4 meses, cuando la Administración se comprometió a que fuera en menos de 45 días.
– Ayudas para la reestructuración del viñedo: se cobran transcurrido más de un año desde que fueron tramitadas.
– Ayudas a la comercialización y transformación de productos agrícolas: el retraso es de cerca de dos años.
“Estos puntos, entre otros muchos, prueban que la Consejería desde luego no paga pronto, como alegremente afirman nuestros compañeros, y además, añadimos que no paga bien. A excepción de los pagos compensatorios de la PAC, el departamento ha demostrado repetidamente su incapacidad para gestionar las ayudas con una mínima fluidez”, recalca ASAJA. La organización agraria subraya que “ojalá podamos compartir en el futuro ese punto de vista, aunque si algún día los pagos fueran realmente ágiles, no habría motivos para la felicitación, puesto que tramitar las ayudas con rapidez es una obligación, no un mérito, para la Administración”.