La Consejería de Medio Ambiente ha publicado recientemente el Plan de Gestión del Jabalí en la Comunidad de Castilla y León (MAV/534/2024, de 3 de junio), una normativa reclamada por las organizaciones profesionales agrarias, y en concreto por ASAJA, que supone un importante paso adelante para el control de una especie que ya es plaga en buena parte de la comunidad autónoma y que impacta directamente sobre el sector agrario y ganadero. La organización profesional agraria subraya que a los daños visibles que provoca el jabalí hay que sumar otros aún más peligrosos, que afectan a la sanidad ganadera.
Desde hace más de dos años el sector ha trabajado intensamente con la Consejería de Medio Ambiente y la Consejería de Agricultura y Ganadería para cuajar este marco normativo, imprescindible para que desde la administración se permitan y propicien medidas concretas y eficaces para frenar la sobrepoblación de jabalíes. Como dato orientativo de su penetración absoluta, hay que mencionar que las capturas en los cotos se han duplicado en la última década, superando los 50.000 cada año, cifras a las que hay que añadir otros aproximadamente 12.000 capturados por controles poblacionales extraordinarios, que se aplican cuando el número de ejemplares es ingobernable. Igualmente, estas capturas en controles poblacionales han experimentado un incremento de cerca del 200% en los últimos seis años.
El jabalí representa hoy un peligro cierto para la sociedad en general, visible especialmente en el incremento de accidentes de tráfico por su causa. Y además impacta de lleno sobre el sector agrario y ganadero, “que soporta daños materiales, que son visibles y notorios, insoportables para algunas zonas y cultivos, pero también daños no visibles, todavía más graves, como son los sanitarios”, subraya Donaciano Dujo, presidente de ASAJA Castilla y León.
En agricultura, los daños más representativos se producen en el cereal y el maíz, pero también en girasol, remolacha, etc. Es precisamente a principios de verano, en junio, cuando los agricultores solicitan el 50% de los controles por daños al cereal de toda la temporada, y en el caso del maíz la mayor parte de las solicitudes se concentran en abril y mayo.
Respecto al tema sanitario, los jabalíes actúan como vector transmisor de numerosas enfermedades que afectan a la ganadería extensiva, vital en la región y especialmente en provincias como Salamanca o Ávila. El jabalí es transmisor de tuberculosis, como es conocido, pero también de otras, como la enfermedad de Aujeszky, la fiebre aftosa, la brucelosis… y especialmente la peste porcina, tanto la clásica como la africana, esta última con una mortalidad casi del cien por cien. Esto entraña un riesgo preocupante para Castilla y León, comunidad puntera en la producción porcina.
Así pues, ASAJA valora positivamente la aprobación de este Plan de Gestión del jabalí, sobre el que debe pivotar una actuación decidida de la Junta para controlar el avance de unas poblaciones que son ya hoy riesgo cierto para la seguridad y para la sanidad del sector agrario y ganadero, y de la sociedad en su conjunto.
Accidentes de tráfico
El número de accidentes en Castilla y León provocados por el jabalí se ha incrementado un 8,9% en los últimos seis años disponibles (de 2016 a 2021), alcanzando en el último año la cifra de 3096 accidentes. Durante ese periodo se han producido dos accidentes con víctimas mortales y diez con hospitalizados. Las provincias de León, Burgos y Zamora concentran el 58% de la media de accidentes anuales de tráfico provocados por el jabalí.
Perjuicios a cultivos
El número de solicitudes de control poblacional en Castilla y León que incluyen al jabalí se ha incrementado en un 30% en seis años, entre 2016-2017 y 2021-2022. Aproximadamente, una de cada cuatro solicitudes se ha realizado para terrenos no cinegéticos. La finalidad más representativa ha sido prevenir perjuicios importantes a los cultivos (83% de las solicitudes presentadas). Por tipo de cultivo, los daños más representativos se producen en cereal (45,4%) y maíz (24,8%).
Riesgos sanitarios
Todos los estudios científicos concluyen que el jabalí es una especie que puede actuar como reservorio de enfermedades que comparte tanto con el ganado doméstico como con otras especies silvestres (epizootia) e incluso con el hombre (zoonosis). La zoonosis más grave es la tuberculosis, aunque también se transmiten al ser humano la fiebre aftosa y la brucelosis; todas ellas acarrean importantes pérdidas para la explotación, y también es zoonosis la triquinosis. Entre las epizootias, no transmisibles al hombre, pero con también con graves pérdidas ganaderas, están la Peste porcina africana y la Peste porcina clásica, además de la enfermedad de Aujeszky.
Emergencia cinegética en 5 provincias
A principios de junio se comunicó la declaración de emergencia cinegética en varios municipios de la región, principalmente de las provincias de Ávila y Salamanca. Esta medida, introducida en la Ley de Caza de 2021 y reclamada por ASAJA, ha sido implementada por segundo año consecutivo debido a la alta prevalencia de tuberculosis en el ganado bovino, por lo que la proliferación de fauna (jabalíes, ciervos, gamos) representa un considerable riesgo sanitario tanto a otros animales como a humanos.
Mediante esta Orden se adoptan 4 medidas: reducción poblacional; obligaciones de los titulares cinegéticos; controles poblacionales, y refuerzos en cacerías.
La declaración de emergencia permanecerá vigente hasta que las condiciones que la motivaron desaparezcan, según evaluación de las autoridades competentes. Asimismo, las administraciones pueden proponer revisiones territoriales de la declaración.
La lista completa de municipios afectados está detallada en el anexo de la orden, incluyendo localidades de las provincias de Ávila, León, Palencia, Salamanca, y Segovia.