Hoy aparece en el Boletín Oficial de Castilla y León la resolución que determina los términos municipales incluidos en las zonas de protección para la alimentación de especies necrófagas de interés comunitario en Castilla y León.
Hasta finales de agosto buena parte de las explotaciones ganaderas de extensivo de la Comunidad Autónoma podrán acogerse, voluntariamente, al programa de alimentación de especies necrófagas, con el que se pretende recuperar la vía tradicional de nutrición de la fauna salvaje, y evitar en lo posible que, como viene denunciando ASAJA, se registren ataques al ganado vivo, “por lo que confiamos en que tenga buenas repercusiones para el medio ambiente, y también para los ganaderos”.
Hoy aparece en el Boletín Oficial de Castilla y León la resolución que determina los términos municipales incluidos en las zonas de protección para la alimentación de especies necrófagas de interés comunitario en Castilla y León. Según el listado publicado, el 88 por ciento de los municipios de la Comunidad, un total de 1.982 de los 2.248 existentes, pueden contar con estos enclaves. Por provincias, están incluidos el cien por cien de los municipios de Ávila, Burgos, Salamanca, Segovia y Soria, el 80 por ciento de los de Palencia, el 70 por ciento de los de León y Zamora, y el 60 por ciento de los de Valladolid.
ASAJA ha pedido la “total implicación de la Administración en la iniciativa, porque si se logra que este sistema funcione ágil y correctamente tendrá una repercusión muy positiva: en primer lugar será bueno para el medio ambiente y para la alimentación de la fauna –lo que puede repercutir en un menor número de ataques al ganado– y a la vez mejorará la gestión de las explotaciones y permitirá un ahorro en el coste de la recogida de cadáveres, en un momento en el que la ayuda al seguro ha sufrido un recorte brutal ”.
Los requisitos que deben cumplir las explotaciones para acogerse al programa son los siguientes: estar ubicadas en el listado de municipios correspondiente; estar de alta en el Registro Oficial de Explotaciones Ganaderas (REGA); no ser de aprovechamiento intensivo; cumplir con la normativa en materia de ordenación, sanidad y bienestar animal que les sea de aplicación; cumplir el programa de vigilancia de las encefalopatías espongiformes transmisibles de los animales (EET); estar sometidas a vigilancia periódica de los servicios veterinarios oficiales y cuenten con una calificación sanitaria correspondiente, y tener establecido un sistema de gestión de cadáveres conforme a la legislación vigente en cada momento.
Todos los interesados en acogerse a este programa pueden dirigirse a las oficinas de ASAJA en todas las provincias de Castilla y León. Excepcionalmente este primer año el periodo para la presentación de solicitudes será de tres meses (concluirá alrededor de finales de agosto), aunque a partir de 2014 este trámite se hará entre el 1 y el 31 de enero.