ASAJA valora positivamente que en el debate sobre la nueva PAC el Parlamento Europeo ponga el foco en un problema esencial que está bloqueando la llegada de jóvenes al sector, el imposible acceso a la tierra.
En una resolución, conocida estos días, sobre los instrumentos de la PAC a favor de los jóvenes agricultores en la Unión, el Parlamento Europeo destaca que el acceso a la tierra supone uno de los principales obstáculos para los jóvenes, y se ve limitado por la reducida oferta de terrenos para su venta o alquiler en muchas regiones, así como por la competencia de otros agricultores, inversores y usuarios residenciales y el acceso a los recursos financieros.
El PE considera que el problema del acceso a la tierra se agrava por la estructura de pagos directos vigente, “lo que puede conducir a un aumento de los precios de adquisición y costes de alquiler de las tierras, requiere un uso activo mínimo del suelo y asigna las subvenciones en gran medida sobre la base de la propiedad de la tierra”.
La asamblea de la UE señala que de este modo “se está alentando a algunos agricultores que son propietarios o arrendatarios a seguir activos con el fin de continuar beneficiándose de las subvenciones recurriendo a los proveedores de servicios para valorizar sus tierras o trabajar un mínimo sus superficies”. Para que esta situación sea justa, recomienda que se aumenten los niveles de actividad necesarios, y que se vinculen los pagos de subvenciones a la consecución de unos resultados concretos (por ejemplo, el tiempo de trabajo real empleado en la explotación, teniendo en cuenta también las innovaciones, la producción de bienes ambientales o sociales específicos), y que se prohíba la acumulación no justificada de las subvenciones con el pago de la pensión de jubilación.
Paralelamente, y para facilitar el relevo, el Parlamento subraya la necesidad de que los Estados miembros introduzcan una ayuda a la transmisión de las explotaciones a fin de apoyar a los titulares de explotaciones con más de 55 años sin sucesores, que pueden encontrarse en una situación de precariedad durante su jubilación si transfieren una parte o la totalidad de sus explotaciones a uno o más jóvenes.
La institución europea recuerda que para lograr una agricultura sostenible, el primer paso es que los agricultores jóvenes puedan invertir y adquirir suelo agrícola. Un primer paso que actualmente es enormemente complicado, por lo que ASAJA pide que los responsables de las administraciones tomen nota de estas propuestas –y una de ellas, la ayuda a la transmisión, depende exclusivamente de decisión nacional– si es que de verdad quieren dar vida al sector agroganadero.
Hay que tener en cuenta que en Castilla y León de los 66.472 perceptores de la PAC 2017 (los que reciben una ayuda superior a 1200 euros), son unos 7.000, alrededor del 10 por ciento, los que tienen menos de 40 años; en la franja entre 40 y 64 años está la mayoría, un 58 por ciento, y por encima de 65 años el 32 por ciento restante.